La llegada del AVE al País Vasco tensa la relación del PSOE con el nacionalismo
Los socialistas y el PNV, socios en el Gobierno autonómico, tienen el primer choque en lo que va de legislatura
El trazado del TAV también provoca el choque entre socios del Gobierno vasco

Desde que el PNV y el Partido Socialista de Euskadi (PSE) reeditaron coalición tras las elecciones autonómicas de abril del año pasado, la relación entre los socios del Gobierno autonómico parecía fluida. En el País Vasco las cosas se hacen de forma distinta. Esa es ... la imagen que ha tratado de trasladar el nuevo lendakari Imanol Pradales desde su llegada a Ajuria Enea (sede del Gobierno regional) con apelaciones constantes al diálogo y al consenso. Bajo el pretexto de discutir las medidas económicas impulsadas (movilización de 2.000 millones de euros) para hacer frente a los efectos de la política arancelaria de Estados Unidos, Pradales convocó el lunes en Vitoria a todos los partidos a excepción de Vox, a quien ha excluido desde el principio de la legislatura de cualquier ronda de contactos. Sin embargo, el intento de proyectar ese marco de colaboración inédito en España se esfumó, explotando un choque entre los dos socios de Gobierno vasco a cuenta de la llegada del AVE al País Vasco, que salpica al Gobierno central.
Hasta el momento, las obras de construcción del TAV (Tren de Alta Velocidad, siglas empleadas por el nacionalismo para rehuir cualquier referencia a España) habían causado fricciones dentro del PNV, dividido en cuanto a si la conexión de la conocida como «Y vasca» (por el trazado que conecta Bilbao, Vitoria y San Sebastián) con Navarra debía producirse por Vitoria (Álava) o Ezkio (Guipúzcoa). Las desavenencias saltaron de lo privado a lo público antes del nombramiento de Aitor Esteban como nuevo presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), cuando el alcalde de San Sebastián Eneko Goia llamó «egoísta» a su compañero de partido y diputado general de Álava Ramiro González, acusándole de no tener «visión de país» al defender la vía alavesa.
El PNV aprovechó la IX Asamblea General donde se hizo efectiva la sustitución de Andoni Ortuzar por Aitor Esteban, precisamente celebrada en la capital guipuzcoana, para hacer ver que el rifirrafe estaba resuelto, buscando un encuentro entre ambos ante las cámaras. En esa línea, Esteban reclamó «unidad» a los suyos en su primer discurso al frente del PNV después del convulso proceso de renovación de sus ejecutivas, donde también se aprobaron cinco ponencias políticas, una de las cuales hacía referencia al TAV, dejando la decisión en el aire, a la espera de un informe técnico pendiente del ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible dirigido por Óscar Puente. La polémica quedaba aplazada, aunque sólo hasta esta semana, cuando el secretario general del PSE Eneko Andueza metía el dedo en la llaga.
«Tirones de orejas»
En respuesta a unas palabras de Imanol Pradales durante una entrevista en el Diario Vasco, donde el lendakari se salía de esa línea conjunta marcada por el PNV apostando por la opción de Itxaso, Andueza aprovechó la rueda de prensa del lunes en Vitoria para acusarle de comportarse como el «portavoz» de los nacionalistas en Guipúzcoa, después de afirmar que había tenido que darle «un tirón de orejas».
Esto provocó la salida en tromba de diversos representantesdel PNV de distintos territorios, arremetiendo contra el PSE, cerrando filas en defensa de Pradales y acusando al Gobierno liderado por Pedro Sánchez del retraso en la remisión del informe técnico pendiente. «Si Eneko Andueza tiene que tirar de las orejas a alguien es al Gobierno del Estado (en referencia a España)», contestó Joseba Díez Antxustegi, portavoz del PNV en Vitoria, y nuevo miembro de la ejecutiva del partido comandada por Esteban.
En el Gobierno y la oposición
Las palabras de Andueza, nada improvisadas, se interpretan como una estrategia de marcar perfil propio respecto al PNV de cara a la próxima cita electoral. Algo que le permite su renuncia tras las elecciones de abril a formar parte del Gobierno autonómico, donde parte de la atención por ser parte del mismo la está capitalizando el vicelendakari y consejero de Economía Mikel Torres, de la cuota del PSE.
Si bien quedan dos años hasta los próximos comicios, los socialistas tienen buenas sensaciones, pues entienden que la actualidad en la política española, con distintos procesos judiciales abiertos que afectan al PSOE y el entorno más cercano del presidente del Gobierno, no tienen tanto efecto en el votante vasco como en otras regiones. Un análisis que puede resultar sorprendente, dada la interdependencia que existe entre el País Vasco y el resto de España y el resto de España y el País Vasco por la importancia de los grupos vascos en la formación de mayorías en el Congreso de los Diputados.
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