El campamento nudista vasco tenía quejas desde 2019

Así lo desveló el jueves la responsable de Cultura y Deporte de la Diputación de Álava, Ana del Val. La socialista, que como cada cargo público cuestionado defiende que esta asociación llevaba una actividad paralela a la Administración (sí aparece en el registro de asociaciones del País Vasco), reconoció que la Diputación de Vizcaya recibió ya en 2019 la queja de la madre de uno de los menores. Esta fue comunicada al Gobierno vasco, pero la actividad de la organización, también en los pueblos navarros de Goñi y Abaigar, siguió adelante.

Además, reveló que la Junta Administrativa de Bernedo tenía los contratos de alquiler del espacio donde se celebraban las colonias y que la Diputación de Guipúzcoa también había recibido una denuncia en enero de 2024, a raíz de la participación de menores tutelados en el campamento. Un año antes de que, según dijo en un prinicipio el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, se enterara la Ertzaintza. «No sabemos dónde hemos cometido el fallo», reconoció del Val entre peticiones de dimisión por parte de la oposición, que este viernes se extendieron al Consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Bingen Zupiria.

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Tras estallar el escándalo por la prensa a finales de septiembre, la Ertzaintza emitió un comunicado en el que decía haber tenido conocimiento «a finales de 2024» de que algo ocurría en Bernedo. Esto motivó la apertura de una investigación y la remisión de un atestado en primavera al juzgado nº3 de Vitoria. Ni la policía autonómica ni los tribunales comunicaron los pasos dados a la Fiscalía, por lo que no se abrieron diligencias y el campamento volvió a celebrarse el pasado mes de agosto, después del cual las familias recurrieron a la prensa para denunciar lo que allí ocurría, en un periplo que también las ha llevado a acudir sin éxito a otras instituciones como Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer).

Sin embargo, tal y como informó 'The Objective', el conocimiento de la Ertzaintza era anterior y detallado, pues obraba en su poder un informe de septiembre de 2024 que ya advertía «prácticas abusivas por parte de los monitores» de Bernedo y Abaigar con abusos «de índole sexual, ideológico y de género». Esto derivó hoy en una batería de preguntas dirigidas al lendakari Imanol Pradales, que decidió ausentarse y no responder en el pleno de control en el Parlamento vasco. «¿Por qué se ocultó el informe de septiembre de 2024? No creo que sea necesaria ninguna ley nueva para que la Ertzaintza actúe con eficiencia. ¿Por qué no lo hicieron? [...] Eran 'euskaltzales' y 'borrokas', que son los que lideran ideológicamente Euskadi y ustedes van detrás», denunció el popular, Javier De Andrés. El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, aunque presente en la cámara de Vitoria a diferencia de Pradales, tampoco contestó a las preguntas.

La encargada de marcar la posición del Gobierno autonómico fue la reponsable de Juventud, Bienestar y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, que dijo que la asociación, sobre la que hizo recaer la «responsabilidad» al mismo tiempo que defendía la «presunción de inocencia» con los monitores, incumplía la normativa ocultando su actividad a ojos de la Diputación de Álava. Una línea argumental que luego repitió el lendakari. Tras reunirse en la sede del Gobierno vasco con la presidenta de Navarra, María Chivite, Pradales sí tuvo que responder a preguntas de la prensa, justificando la «diligencia» de la Administración vasca con la convocatoria de dos reuniones este lunes entre los responsables de Juventud de las tres Diputaciones forales. «Se está buscando como mejorar la coordinación entre instituciones», afirmó antes de añadir: «Se ha constatado que hay una asociación responsable, privada, que no ha comunicado la actividad que realizaba a la Diputación Foral de Álava. Se ha ocultado que se celebrara. La responsabilidad de un presunto delito corresponde a los y las organizadores».

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