Las ikastolas mantienen su pulso contra el Gobierno vasco y amenazan con no seguir los criterios de matriculación establecidos

El núcleo del problema, que ya provocó airadas quejas hace unas semanas, es el nuevo criterio de admisión establecido por el Gobierno vasco. Según la normativa, que este año se aplica por primera vez, todos los centros financiados con dinero público, ya sean públicos o concertados, están obligados a reservar un número de plazas para alumnos vulnerables. El grado de vulnerabilidad de una familia se ha establecido utilizando un cuestionario ampliamente discutido  por la comunidad educativa.

De esta manera, todas las familias solicitantes se han dividido entre vulnerables y no vulnerables y las plazas se han ido adjudicando según ese criterio. Desde la agrupación de ikastolas denuncian que en muchos de sus centros esa división ha provocado un «desequilibrio» en el reparto de plazas.

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Según los datos que han hecho públicos este viernes, 96 alumnos se han quedado fuera de los colegios elegidos y derivados a otros que no habían solicitado, debido a la obligación de los centros de reservar plazas para alumnado vulnerable. Sin embargo, educación solo ha enviado a las ikastolas 49 prematriculas de familias con cierto grado de vulnerabilidad. Denuncian que esta situación ha provocado que unas 50 plazas se hayan quedado vacantes. La normativa vasca, sin embargo, prohíbe que se destinen a otras familias no vulnerables incluso aunque se hayan quedado libres, por lo que solo podrán ser ocupadas por las matrículas de alumnos desplazados que se generen a lo largo del curso.

Sin embargo, las ikastolas han decidido desafiar al Gobierno vasco y en el comunicado difundido este viernes advierten que solo se comprometen a mantener la adjudicación de plazas en los lugares donde consideran que ha habido un reparto «equilibrado». Por el contrario, amenazan con no cumplir las directricesde Educación en los centros donde han quedado plazas vacantes, por entender que se ha generado una situación de «desequilibrio».

La decisión la acordaron en una asamblea extraordinaria celebrada esta misma semana, y vuelve a poner en un brete al Departamento de Educación. Hace algunas semanas el consejero vasco, Jokin Bildarratz, ya advirtió a las ikastolas que quien matriculaba a los niños era el departamento de Educación y que en caso de admitir alumnos que se habían quedado fuera se exponían a que esas familias no tuvieran un expediente académico reglado.

Bildarratz se comprometió también a revisar caso por caso todas las reclamaciones. Desde la Federación de Ikastolas piden ahora «paralizar» el proceso de matriculación hasta que se revisen los recursos que van a interponer las familias afectadas. También han criticado la «falta de transparencia» y han pedido que se publiquen los criterios de baremación que ha utilizado Educación para definir la tasa de vulnerabilidad y el reparto de las familias.