El País Vasco pide al Gobierno el traslado de solicitantes de asilo malienses a otras comunidades

Tanto con el ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, como con en el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, encabezado por la ministra Elma Saiz. Melgosa, en contacto con Marlaska, reclamó este martes que se agilicen las citas para tramitar las peticiones de asilo y le recordó también que en autonomías limítrofes hay recursos que cuentan con «plazas libres».

Llamadas que llegan meses después de que varios grupos de personas llegadas desde Mali pernoctaran en las calles de San Sebastián y Vitoria. El pasado viernes, tal y como publicó EP, Cruz Roja efectuó el traslado de 50 inmigrantes, que pernoctaban en la calle en el barrio donostiarra de Amara Berri, al recurso de alojamiento que la Diputación foral de Gipuzkoa, en coordinación con el Ayuntamiento de San Sebastián, ha habilitado de forma extraordinaria y temporal en el municipio de Oñati, gestionado por 'Zehar errefuxiatuekin'.

Fuentes conocedoras e implicadas en el sistema de acogida, deslizan que la aparición de estos grupos de solicitantes de asilo deriva del endurecimiento de las condiciones de acogida en Francia. Un país de destino, al que no lograrían entrar, quedándose varados en la frontera terrestre en la zona de Guipúzcoa. Se trata de la nacionalidad dentro de los solicitantes de refugio que más creció en 2024 dentro de la Unión Europea. Un incremento del 142% respecto a 2023, según el informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

De hecho, a partir del mes de marzo del año pasado, Mali se consolidó como la principal nacionalidad de las personas llegadas a Canarias, estableciendo una nueva ruta pasando por Mauritania. Así, si bien Venezuela y Colombia registraron, como en el año anterior, el mayor número de solicitudes, Mali irrumpió como tercera nacionalidad de las personas solicitantes de asilo en 2024 (40 %, 24 % y 6 %, respectivamente sobre el total de solicitudes de asilo, que fueron 167.366).

Un fenómeno que se explica por la compleja situación humanitaria del territorio, donde opera Jama'at Nusrat al Islam wa al Muslimeen (JNIM), filial de Al Qaeda y el principal grupo terrorista con actividad en el Sahel central. De acuerdo con el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) este el grupo más activo y poderoso en Mali, donde los ataques de JNIM contra las fuerzas militares, milicias y población civil han producido un número cada vez mayor de víctimas.