El Gobierno vasco estudia medidas contra una humorista por insultos a la Ertzaintza

Las palabras de Lindane, cuyo nombre real es Ane Miren Hernández, que figuran en el escrito remitido por ESAN a la Consejería de Seguridad, califican a la Comisaría de Zabalburu (Bilbao) como una «puta escombrera». «Los cipayos (calificativo usado por el entorno de ETA para referirse a los agentes de la policía autonómica) que están allí les ves pasando de todo», añadió durante la emisión de una entrevista en un programa de 'Spanish Revolution'.

Tal y como explicó la cómica en sus redes sociales, estas palabras derivan de una denuncia que intentó interponer en esa misma comisaría por una presunta agresión sexual contra su persona y que, según defendió a principios de mes, no contó con la debida «profesionalidad» de la Ertzaintza. «Son medio alcohólicos, peña súper poco profesional, dentro de que todos los policías son malos, pero algunos son más profesionales que otros», afirmó en dicho programa en referencia a esa supuesta falta de atención.

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Es por estas palabras por lo que el 5 de septiembre ESAN reclamó al Gobierno vasco la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana (conocida en la izquierda como 'ley mordaza'). Concretamente, sus artículos 37 y 42. El primero tipifica como infracciones leves las «faltas de respeto [...] cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El segundo establece los procedimientos de reparación del daño e indemnizaciones.

Algo que desde la Consejería que dirige el peneuvista Bingen Zupiria, que ha sufrido insultos y señalamientos en primera persona desde el inicio de la legislatura en la comunidad, se abren a estudiar «para el mantenimiento del buen nombre del personal, que presta servicios en la Ertzaintza, y de la propia Institución». Insisten en que, más allá de que los agentes cuenten con el «apoyo y el reconocimiento del Departamento», es más importante que también cuentan con el «de la inmensa mayor parte de la sociedad vasca».

Por su parte, fuentes del sindicato que remitió la denuncia afirman que esperan que esta no se quede en un cajón. «Esperamos que se actúe con contundencia contra las faltas de respeto, insultos y agresiones que los miembros de la Ertzaintza sufran o puedan sufrir».