Feijóo se compromete en Ermua a prohibir que los terroristas puedan ser candidatos

Para ello, el presidente del PP ha reivindicado la «fortaleza» de la democracia española y también su firme intención de reducir al máximo la influencia de los independentistas en las instituciones. Esto lo lograrán, ha asegurado, «modificando» el delito de homenaje y exaltación de terroristas, para lograr así «impedir actos de humillación a las víctimas». Además, se ha comprometido a presentar un proyecto de ley que impida la presencia de personas condenadas por terrorismo en las listas electorales.

«Las víctimas inspiraron un dolor indescriptible a la nación», ha recordado. Y por eso, se ha dirigido a todas ellas para asegurarles que en el PP ni han «olvidado», ni olvidarán «jamás». También ha recordado que el programa electoral recoge su firme intención de poner «a disposición de la justicia» todos los medios para seguir investigando los 379 asesinatos que aún están por resolver.

Ha sido el guiño de Feijóo a todas las víctimas del terrorismo, después de la polémica surgida en los últimos días con comunicados cruzados entre asociaciones de víctimas. Ha recalcado que, a pesar de las «convicciones distintas» que puedan tener, todas fueron «asesinadas por la misma causa». Ha destacado el «dolor indescriptible» que hace 26 años «inspiraron» a toda España y ha reivindicado una memoria que «no divida» y haga «más fuerte la concordia» entre los vascos y el resto de españoles.

En su discurso, el presidente del PP ha hecho varias veces alusión a la necesidad de diferenciar entre víctimas y verdugos. También ha recordado el espíritu de Ermua, como mejor ejemplo de de la memoria que se debe preservar. «El terrorismo no ha sido capaz de doblegar a la democracia», ha insistido para recordar que si ETA hoy está «derrotada» ha sido gracias a la nación española, las fuerzas y cuerpos de seguridad y a la perseverancia de ciudadanos demócratas y víctimas.

«En la persona de Miguel Ángel se resumen las virtudes de quienes forman la democracia, con humildad y sin pretensiones», ha reivindicado Feijóo. Una idea que también ha vertebrado el discurso de una emocionada Marimar Blanco, que vuelve a tener los sentimientos a flor de piel cada vez que regresa a Ermua, el lugar donde vivió los «mejores» y los «peores» momentos de su vida. En el acto, como cada año, también estaban sus tíos, a quienes Feijóo también se ha acercado a saludar de manera muy afectuosa.

«Cada uno de los que estamos aquí hemos sentido muy de cerca el miedo y la persecución», ha recordado la hermana de Miguel Ángel Blanco. Su discurso ha estado presidido por una gran imagen de Miguel Ángel Blanco, que lo hacía más emotivo si cabe. «Hace 26 años mi hermano fallecía después de ser sometido a 48 horas de tortura, mientras Otegi pasaba un estupendo día de playa», ha recordado.

Por eso, Marimar Blanco ha reivindicado el acto de este jueves en Ermua como una forma de contrarrestar la operación de «olvido e impunidad» que, a su juicio, están intentado llevar algunos a cabo. A todos los presentes ha solicidato, además «mantener la dignidad» del país del que Miguel Ángel se sentía «orgulloso».

Recordada la figura de su hermano, ha centrado su discurso en criticar la «anomalía democrática» que supone la presencia en las instituciones de partidos que «no condenan el terrorismo». Considera que este hecho es consecuencia de que haya saltado por los aires «la línea divisoria» que trazó el 'espíritu de Ermua' entre demócratas y terroristas.

Todo ello ha provocado, en su opinión, una legislatura «infame» para la memoria de su hermano y del resto de víctimas. Ha criticado la estrategia de «banalización del terrorismo» que ha dejado a Bildu «triunfante» y a las «víctimas humilladas». «No todo vale en política», ha insistido, en clara referencia a los pactos del Gobierno de Sánchez con la coalición independentista.

Se ha mostrado convencida de que, por todo ello, Feijóo será el próximo presidente de España, y por ello, le ha pedido una de sus prioridades sea «la dignidad de las víctimas del terrorismo». En ello también tratará de colaborar la Fundación Miguel Ángel Blanco, que este año tiene como lema «ni queremos, ni podemos olvidar». «Olvidar o manipular la historia es humillar a las víctimas y adulterar el marco de la convivencia», ha recordado Marimar Blanco.