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Eduardo Madina, el socialista que no se vio como objetivo y a quien ETA quiso matar: «Nunca sentí una amenaza personificada»

La banda terrorista colocó una bomba en los bajos de su coche cuando era un militante de 26 años. En su equipo de voleibol jugaba un escolta privado

Escucha aquí los capítulos anteriores del pódcast 'Escoltas: la sombra que me protegía de ETA'. Cada martes, un nuevo episodio

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Eduardo Madina en el año 2000 y una imagen de su coche tras el atentado Fernando Gómez / Archivo ABC
Pablo Amigo

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El 19 de febrero de 2002, ETA intentó matar a Eduardo Madina. La banda terrorista pretendió, a través de una bomba lapa en los bajos de su coche, acabar con la vida de un militante socialista raso y desconocido de apenas 26 años. Madina, que sobrevivió (aunque tuvieron que amputarle la pierna izquierda a la altura de la rodilla), era compañero de equipo de voleibol de un guardaespaldas privado. «Si hubiese sabido que necesitaba escolta, tal vez hubiera evitado el atentado», reflexiona ahora.

ABC Pódcast estrena 'Escoltas: la sombra que me protegía de ETA', un relato construido a través de los testimonios de cinco escoltas privados, uno de la Ertzaintza, tres políticos protegidos y un periodista amenazado en los años más duros de ETA. Puedes escuchar aquí el cuarto episodio, 'Sangre en las calles'.

El escolta que pudo haber salvado a Madina

Madina, que con los años llegaría a diputado nacional, afirma en este cuarto episodio del pódcast que «no tenía una relación normalizada con los escoltas» y que, sencillamente, «nadie de la Policía ni de la Ertzaintza te llama para decirte que lo necesitas». Teniendo en cuenta su lejanía, entonces, de la primera línea política, nunca pensó que fuese a necesitar ese nivel de protección. «Yo no salía en medios. Iba a manifestaciones, daba la cara, pero no había un conocimiento de mí como un referente. Nunca sentí una amenaza personificada», explica.

Tras el atentado y la hospitalización, y una vez superado el miedo a que vuelvan a atacarle, el dolor no huye, pero se transforma con el tiempo: «Las imágenes ya no me visitan a mí, las visito yo cuando quiero. Al principio, era al revés. No quiero que se me olvide. Un acontecimiento como aquel merece respeto y el respeto también demanda memoria».

«Estuve con Edu hasta que salió del hospital, todo lo que pude», cuenta Tabo. El político sí sabía que él era escolta, pero él desconocía que su compañero militaba en la Juventudes Socialistas; además, reconoce que, si tiene una espina clavada, es la de preguntarse por qué Madina nunca le pidió ayuda: «Por qué no se apoyó en mí, sabiendo que yo iba armado. Por qué no me lo dijo, por qué no confió en mí. Me habría costado lo mismo acompañarle a casa a él antes de ir a recoger mi coche». Madina también hubiese querido hacer las cosas de otro modo: «Si hubiese sabido que necesitaba escolta, tal vez hubiera evitado el atentado. No sé, eran años muy difíciles y éramos muy jóvenes».

Puedes escuchar aquí el cuarto episodio del pódcast, 'Escoltas: sangre en las calles'.

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