Quién es Amaia Martínez, candidata de Vox a las elecciones del País Vasco: armera y madre orgullosa de su familia

En los últimos comicios regionales, en julio de 2020, Vox entró por primera vez en el Parlamento vasco, después de conseguir un único escaño. Entonces los de Abascal competían en votos con el proyecto conjunto de PP y Cs, que acudieron en coalición a la cita electoral, pero ahora el panorama político de la centro-derecha es un tanto distinto, especialmente por los bajos momentos de la formación naranja.

El logro de 2020 fue obra, en buena parte de Amaia Martínez, cabeza de lista por Álava y portavoz hasta ahora de Vox en el Congreso. La formación ha vuelto a confiar en ella para seguir remando en el País Vasco y como candidata de este partido a la Presidencia del Gobierno Vasco. Esta es su trayectoria.

María Amaia Martínez Grisaleña (Vitoria, 1968) tiene 55 años y lleva unos años vinculada a Vox. Nacida en una familia humilde y con otros tres hermanos, se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco en Leioa y aunque es periodista de formación ha pasado buena parte de su carrera profesional en el ámbito del comercio.

Todo ello porque durante años Martínez ha regentado una armería junto a su marido. La tienda, que llegó a tener sedes en Vitoria y Logroño, tiene municiones y armas de varios calibres y accesorios variados. Más allá de esto, de su vida personal se sabe que tiene una hija, que trabaja como enfermera y que pasó por momentos muy difíciles durante la pandemia del Covid.

«Mi padre era un obrero de Michelin, como muchos aquí en Vitoria en aquella época», rememoró recientemente en una entrevista en la Cadena Ser, en la que dejó claro su que «tanto él como mi madre siempre me transmitieron valores de igualdad, de no ser mejores a nadie de respeto justicia».

Entró en política en 2020 de la mano de Vox con el objetivo de trabajar para dejar un mundo mejor para las nuevas generaciones y su gran éxito fue conseguir el escaño en la anterior legislatura gracias al 2% de los votos que consiguió. Su campaña se basó entonces en denunciar la imposición lingüística del euskera. De hecho, reconoce que sabe la lengua vasca pero tiene decidido no usarla en su derecho a tener el español como lengua cooficial.

«Ha sido una legislatura dura», reconoció ella misma recientemente, recordando que el resto de formaciones presentes en el Parlamento vasco le han tratado de silenciar en todo momento. Ahora, Martínez espera poder ganar más peso para poder defender, entre otros aspectos, «la españolidad de los vascos», como recordaba hace escasos días en una entrevista de campaña.