Adiós a las angulas en el País Vasco: Europa prohíbe su pesca a partir de 2023
A partir de ahora solo las podrán capturar los pescadores profesionales, una modalidad que no existe en la Comunidad Autónoma vasca
Hubo un tiempo en que en el País Vasco las angulas se contaban por toneladas. «Había tantas que se las dábamos de comer a los gatos», explica a ABC Txetxu Oliver, angulero con décadas de pesca a sus espaldas que perderá su licencia con la ... nueva normativa. Y es que, en los últimos años los ejemplares cada vez son más escasos en los ríos y más cotizados en las mesas. Ante esta situación, la Unión Europea se ha visto obligada a prohibir su pesca en el País Vasco a partir de 2023.
En realidad, el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la unión Europea lo que ha acordado es prohibir la pesca deportiva, la no profesional, y la única modalidad autorizada en el País Vasco. La situación es muy diferente en otras comunidades del Cantábrico o en Francia. Allí la pesca de angulas la realizan embarcaciones profesionales vinculadas a las cofradías de pescadores, que podrán seguir faenando tres meses al año. Se trata, de una forma de captura que nada tiene que ver con la de los anguleros vascos que cada noche salen al río con su farolillo y su cedazo para realizar una pesca prácticamente manual.
Con esta decisión Bruselas pretende dar un respiro al ecosistema y permitir que se recupere una especie que para muchos científicos se encuentra en peligro de extinción. De hecho, el centro tecnológico Azti, dependiente del Gobierno vasco, lleva años alertando de una «alarmante» caída de los ejemplares en la comunidad autónoma y defendiendo una política de cero capturas.
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Los anguleros vascos, sin embargo, denuncian sentirse discriminados, respecto a quienes sí podrán seguir pescando angulas en otras partes del Cantábrico. «En Francia seguirán pescándolas por toneladas», lamenta Oliver, mientras en los ríos vascos hace años que tienen limitadas las capturas a dos kilos cada noche. «Si en toda la temporada consigues cuatro o cinco kilos te puedes dar por satisfecho».
De hecho, la Asociación de Anguleros de Euskadi tiene serias dudas que dejar de pescar esta especie en el País Vasco vaya a favorecer su recuperación. Según los datos que han hecho públicos este viernes, entre todos los pescadores con licencia de la comunidad autónoma apenas capturaron 800 kilos en la pasada temporada mientras que Francia superó las 60 toneladas. «No llega al 0,02% de la pesca total en Europa», critican. «Somos los pioneros, los que mantenemos la forma tradicional de pescarlas y a los que nos lo prohíben», lamenta Oliver incapaz de esconder su enfado.
Precisamente por eso, porque las capturas del País Vasco son mínimas en comparación con el resto de países, los anguleros no creen que la prohibición europea vaya a tener una repercusión directa en el precio. Esta mañana el kilo de angulas se vendía a 1.000 euros en Mercabilbao, aproximadamente el mismo precio que suelen registrar todos los años por estas fechas.
Incremento de los furtivos
Oliver pronostica, sin embargo, un incremento de los pescadores furtivos. La angula es un pescado que una vez fuera del agua pierde rápido sus propiedades. De ahí que la mejor forma de cocinarlas sea mantenerlas vivas en un barreño hasta el momento de cocinarlas. Sin embargo, al tenerlas que transportar desde otros puntos de España, o de Europa, la única forma de consumirlas será comprarlas ya refrigeradas. «Comerlas frescas no tiene nada que ver», explica. Por eso cree que serán varios los vascos que intenten echarse al río, aún sin licencia, para no renunciar a una ración de angulas frescas.
Para la Asociación de Anguleros, una solución pasaría porque el Gobierno vasco accediera a concederles licencias profesionales. En una comparecencia pública este viernes han explicado que el mes de marzo ya entregaron al Gobierno vasco un plan para llevar a cabo esa reconversión, aunque nunca recibieron respuesta. «Llevan años dejándonos morir y está a punto de acabar con una larga tradición», han lamentado.
La prohibición les ha pillado, además, en plena temporada. Las licencias de este año les permitían pescar entre el 15 de noviembre y el 31 de enero. Sin embargo, tendrán que colgar sus cedazos en cuanto les notifiquen oficialmente la decisión de Bruselas. Todo apunta, por lo tanto, a que las de este año serán las últimas Navidades con angulas frescas en las mesas del País Vasco.
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