Tres meses sin noticias de Joaquín y Alberto, las víctimas del vertedero de Zaldívar

La aparición del coche de Sololuze hace ahora un mes había arrojado algo de esperanza tras varias semanas de incertidumbre provocada por el avance del coronavirus. No obstante, las novedades en torno al operativo son escasas, y los días pesan cada vez más sobre los allegados de los trabajadores.

En el último parte informativo, que data del 28 de abril, el Departamento vasco de Seguridad explicó que las obras de descabezamiento y estabilización permitirán las próximas semanas acometer con mayor intensidad las tareas de cribado y vaciado de material en la zona de búsqueda B1, que es la que más probabilidades tiene de albergar los cuerpos de Alberto y Joaquín. Desde el entorno de este último lamentan sin embargo que los operarios se están viendo obligados a «bajar el pistón» de trabajo porque están surgiendo problemas para almacenar la tierra contaminada.

El pasado miércoles, el Gobierno vasco informó también de la visita a la zona de familiares de Sololuze, concretamente de Nahia y Jon, hija y yerno del fallecido. También hubo contactos con los allegados de Beltrán: «Nos llamó gente de emergencias diciendo que el lendakari quería reunirse con nosotros», apuntan personas próximas. La familia respondió que solo se reunirá con Iñigo Urkullu «cuando se pidan disculpas» por lo ocurrido a mediados de abril , cuando según estas fuentes el presidente vasco dijo que la responsabilidad de lo sucedido corresponde únicamente a «Verter Recycling y Excavaciones y Construcciones Joaquín Beltrán».

Tampoco los vecinos del País Vasco olvidan a los trabajadores desparecidos. Este miércoles están previstos diferentes actos en su memoria, incluido un «aplauso solidario» desde los balcones que tendrá lugar a las cinco de la tarde.