Repsol construirá en el Puerto de Bilbao dos plantas de reducción de emisiones por 80 millones

Según ha informado en Musques (Vizcaya) el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, la principal característica de estos combustibles es que se producirán con agua y CO2 como únicas materias primeras. El objetivo es que puedan utilizarse en motores de combustión como los que se instalan actualmente tanto en automóviles como en aviones, así como en otro tipo de aplicaciones.

Los cálculos iniciales de Repsol apuntan a que la instalación estará totalmente operativa en cuatro años y que será «de referencia en Europa por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor». Su desarrollo estará liderado por el centro de investigación Repsol Technology Lab, ubicado en Móstoles.

«Combinará el nitrógeno verde , energía 100% limpia al ser generada a partir de fuentes renovables, con el CO2 como materia prima en el proceso», apunta la compañía.

En una primera fase se espera obtener 50 barriles al día de combustible sintético con cero emisiones netas de CO2 en todo el ciclo productivo, lo que permitiría cubrir las necesidades de combustible de la ruta aérea Bilbao-Madrid.

«España debe basar su estrategia de descarbonización en sus capacidades tecnológicas e industriales», ha declarado Imaz, quien ha incidido en que con este proyecto «la industria española se convierte en un actor relevante en la reducción de emisiones de Europa» .

En sintonía con Imaz, Emiliano López Atxurra, presidente de Petronor, ha manifestado que el plan aglutina tres aspectos importantes en la actual coyuntura: la apuesta de futuro por la reducción de la huella de carbono y la neutralidad tecnológica como instrumento; el reto de la industria y la tecnología como base de la transición energética; y la cooperación público-privada como herramienta inteligente para materializar un desarrollo industrial que consolide una sociedad de bienestar sostenible.

El segundo proyecto, previsto también en el Puerto de Bilbao y vinculado a la economía circular, supondrá una inversión de 20 millones y estará liderado por Petronor. Consistirá, concretamente, en la construcción de una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos . Se utilizará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca usa en su proceso productivo.

Se espera que inicialmente esta planta de pirólisis procese unas 10.000 toneladas al año de residuos urbanos, aunque su capacidad podrá ampliarse en fases posteriores hasta 100.000 toneladas al año, aproximadamente. El equivalente a todos los residuos urbanos del entorno.