Miles de personas se manifiestan en San Sebastián contra la sentencia del «procés»

Esteladas, ikurriñas e incluso alguna que otra enseña de la comunidad navarra ondean entre banderas republicanas y carteles en favor de los presos de ETA en una suerte de batiburrillo ideológico al que se han adherido representantes del ámbito político, sindical y social del País Vasco. Había dirigentes de PNV y EH Bildu pero también de Elkarrekin Podemos, que ya el pasado jueves hizo público su respaldo a la postura de Gure Esku Dago sobre lo acontecido en Cataluña. «A veces puede haber desmanes pero no se puede criminalizar la movilización popular», ha declarado Josetxo Arrieta, que está acompañado por otros dirigentes de la formación morada como su secretario general autonómico, Lánder Martínez.

Pocos se han resisitido a dar su opinión sobre la crisis que se vive estos días en Cataluña. Mientras la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, se quejaba de la atención mediática que están recibiendo los radicales que desde hace días generan el caos en Barcelona — «llama la atención que se ponga el foco en los incidentes» , ha espetado—, Andoni Ortuzar reiteraba que «la solución al conflicto catalán y a la cuestión vasca no van a venir nunca de sentencias ni de aplicaciones de legislaciones extraordinarias». «Tendrán que venir del diálogo y del sistema democrático», ha añadido el presidente del PNV, que ha lanzado también un dardo a quienes recurren a la violencia en Cataluña.

En la marcha donostiarra ha participado también el cantautor Lluís Llach , quien fuera a su vez diputado de Junts pel Sí, que ha declarado que si bien no está «por ningún tipo de violencia», no condenará los actos vandálicos de Barcelona y otras localidades catalanas «mientras la policía del Estado y de la Generalitat actúe como actúa».

El túnel de El Antiguo ha sido el lugar de encuentro de los manifestantes, a los que Gure Esku Dago ha facilitado más de medio centenar de autobuses para desplazarse hasta la capital guipuzcoana. El estruendo de los silbatos acompaña en todo momento la marcha, que prosigue sin incidentes.