Cuatro atuneros vascos denuncian que están atrapados en Senegal

El problema es que el Gobierno de Senegal no les concede la licencia de pesca que necesitan, a pesar de que esta ya está pagada , y por lo tanto no pueden salir a faenar. Mientras tanto tienen que hacer frente a los gastos de amarre y al pago de salarios de la plantilla. Calculan que los gastos acumulados en estos cinco meses superan los 850.00 euros, a lo que habría que sumar las pérdidas que les ha generado no poder pescar.

Dejar allí los barcos y tratar de volver a casa tampoco es una opción. De hecho, los marinos viven en los buques. De esta manera mantienen al día el mantenimiento del barco, pero también es una cuestión de seguridad. Dejar el barco vacío podría provocar que los saquearan.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha alertado en un comunicado la situación de «desamparo» en la que se encuentran. Denuncian que el país africano está incumpliendo los acuerdos con la Unión Europea, que pasan por el pago de 1,7 millones de euros anuales, 8000.000 euros destinados a las licencias de los pesqueros comunitarios y otros 900.000 para apoyar a la flota local. Los atuneros vascos incluso han hecho frente a una deuda de un buque ajeno pero no ha servido para hacer cambiar de opinión al gobierno senegalés.

La patronal ha hecho un llamamiento a la Comisión Europea para que intervenga en el conflicto y «defienda» los intereses de los pescadores europeos frente a «países terceros» que de manera «inexplicable» incumplen unilateralmente un acuerdo de pesca. También ha pedido ayuda al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Piden que active las «ayudas necesarias» para evitar la quiebra de las empresas y la pérdida de puestos de trabajo, ante la «aparente indiferencia e incapacidad de Europa».