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Controlar el entorno a través de los ojos

Una «startup» guipuzcoana ha logrado desarrollar una tecnología capaz de dirigir robots con la mirada

Una mujer disputa una partida de ajedrez gracias a la tecnología de Irisbond EFE
Adrián Mateos

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Ocho personas componen una de las compañías con más proyección en el mercado de la accesibilidad. Se trata de Irisbond , una «startup» donostiarra que, gracias al impulso de la multinacional ABB, ha logrado desarrollar un ingenio que permite controlar ordenadores a través de los ojos . Este tipo de herramientas se enmarcan dentro del sector del «eyetracking» , cuyo alcance es a día de hoy incalculable.

Hace apenas una semana que la compañía guipuzcoana presentó al gran público su solución, gracias a la cual una joven con serios problemas de movilidad consiguió disputar una partida de ajedrez por sí misma . Para ello no tuvo más que mover los ojos, con los que indicaba a un robot con brazos articulados dónde debía colocar cada una de las piezas. Una tecnología de tintes futuristas y sello español que ha conseguido captar la atención de medios del resto del mundo.

Tal y como informó la propia «startup», el artefacto que ha desarrollado junto a ABB funciona en base a un software denominado «webtracker», el cual permite controlar ordenadores con el movimiento de los ojos monitorizado desde una webcam. Los dispositivos incluyen unaserie de algoritmos basados en el posicionamiento de la cara y de la visión, lo que permite a los usuarios interactuar con el robot y controlarlo de una forma natural.

«Hemos demostrado que podemos humanizar la interacción con robots y permitir que personas con afecciones puedan incorporarse a la sociedad», asegura a este periódico Eduardo Jáuregui , cofundador de Irisbond, que hace hincapié en que cada vez hay más demanda de este tipo de soluciones, pues ninguna otra expresión, «ni siquiera la voz», es tan precisa ni estable como la mirada a la hora de enviar señales a los dispositivos.

Casos prácticos

En esta línea, el empresario vitoriano destaca que alrededor de 700 personas cuentan ya con los servicios de Irisbond. Una de ellas es Hernán Castro , un escritor argentino al que la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) golpeó hace aproximadamente una década. Antes de disponer del dispositivo de la empresa vasca se veía obligado a indicar a su padre las letras con la mirada a través de una tabla abecedaria , una tarea ardua y fatigosa con la que, a pesar de todo, consiguió terminar su primer libro, «Las musas me visitan de madrugada» .

Su vida dio un giro de 180 grados gracias al presidente de la Asociación ELA Argentina, Darío Ryba , que consiguió un Irisbond Primma para Hernán. «Su llegada facilitó asombrosamente la aparición de mi segundo libro, titulado “Similitudes y Antinomias”, declaró el escritor en un vídeo grabado por la institución. A su vez, su padre le adaptó la silla de ruedas para que pudiera llevar el dispositivo siempre consigo , lo que le permitió escribir y conversar de forma mucho más cómoda y rápida.

A pesar del gran valor social del «eyetracking», Jáuregui subraya que sus posibilidades van mucho más allá del sector de la accesibilidad, pues también puede servir para ayudar a un cirujano con las manos ocupadas a controlar cualquier aparato médico a través de la mirada o a un operario de una fábric a monitorizar a distancia procesos industriales .

Rentabilidad

Por otro lado, en Irisbond son conscientes de que, a pesar de que su tecnología «está teniendo un claro impacto social», es «una obligación» hacer crecer su negocio: «No somos una ONG» , destaca Jáuregui, que se muestra orgulloso de haber conseguido «mejorar la calidad de vida de muchas personas» sin dejar de lado el desarrollo económico de la compañía. En este sentido, alega que ver cómo algo que han creado es capaz de cambiar la vida de sus usuarios otorga «una satisfacción profesional y personal tremenda », si bien, como cualquier otra compañía, siempre intentará obtener «la máxima rentabilización posible».

Por el momento, las cosas van muy bien en la empresa donostiarra: «En estos primeros años hemos tenido un impacto muy importante», apunta el confundador de Irisbond, que añade que sus éxitos dan nota de que han sabido moverse «a nivel internacional» . De hecho, afirma que puede que ya hayan superado la fase de «startup», pues se han adentrado en una nueva etapa marcada por una fuerte «estrategia de crecimiento» para el próximo bienio.

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