Otegi sale en defensa del delegado del Gobierno que aplaudió Bildu

«Aunque muevan al escándalo a la derecha española», ha ironizado Otegi cuando le preguntaron por la polvareda que se había levantado. Vio además, en esas polémicas afirmaciones, la mejor manera de hacer gala de los logros de su formación en la última legislatura. Así, Otegi ha puesto como ejemplo el apoyo de su partido a la reforma de las pensiones. «Es bueno para los vascos y también para los pensionistas andaluces», explicó. Añadió que eso ocurrirá con todas las leyes que apoyen mientras el País Vasco no sea «una república independiente».

La que se refiere a las pensiones no es la única medida del Gobierno de Sánchez que ha salido adelante con el apoyo de los independentistas. Hace dos años EH Bildu apostó por poner en marcha una nueva hoja de ruta en la que se mostraban como un partido 'útil' y con sentido de responsabilidad. De hecho, sus votos han sido fundamentales para sacar adelante los dos últimos presupuestos de la legislatura. Sendos acuerdos incluso se cerraron antes que el pacto con el PNV, que vio cómo los de Otegi le arrebataban su estatus de 'socio prioritario', por mucho que el Gobierno de Sánchez se haya esforzado en negarlo. La coalición independentista también ha apoyado la ley de vivienda, una iniciativa que contaron con el «no» de los peneuvistas. A cambio, en esta legislatura se han transferido al País Vasco la gestión de las pensiones y del Ingreso Mínimo Vital o se ha culminado el acercamiento de presos.

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En ese sentido, Otegi destacó que es consciente de que las palabras del delegado del Gobierno mueven «al escándalo a la derecha española». «Cada vez que la derecha española tose, la izquierda española se pliega», aseguró, y se mostró convencido de que «seguirán tosiendo».

Sin embargo, el coordinador general de EH Bildu quiso lanzar también una advertencia. «Si tensan mucho las cuerdas, el problema nacional y de construcción de independencia va a aumentar de modo intenso», advirtió. Se mostró, además, convencido de que un hipotético gobierno de PP y Vox servirá para «producir» independentistas en el País Vasco y Cataluña «a escala industrial».

Precisamente, el riesgo de que eso ocurra es lo que llevó a Otegi a calificar el adelanto electoral de decisión «arriesgada». Además, consideró «alarmante» que haya quien, «por mantener el poder», sea capaz de negociar con el PP, que es de «extrema derecha o de derecha extrema»: «Seamos un poco responsables y no compremos los marcos», dijo. Frente a esos pactos, recordó de nuevo que cualquier opción de Gobierno de Pedro Sánchez sigue estando en manos de EH Bildu. «Sin izquierdas soberanistas fuertes no hay gobiernos de progreso en el Estado», añadió.

Para el Partido Popular esas palabras de Otegi dando el «visto bueno» a la polémica afirmación son el signo evidente de que Bildu sigue siendo «el socio fiel del sanchismo». «Por eso sigue en su puesto», añadió la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, a través de un mensaje colgado en Twitter.

La polémica surgió a primera hora del jueves. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, aseguró en una comparecencia pública que Bildu y ERC habían «contribuido a salvar miles de vidas de ciudadanos» con su apoyo a los sucesivos estados de alarma. Añadió que también habían «dignificado la vida de miles de pensionistas» y colaborado para «mejorar» las condiciones laborales de los trabajadores. Como colofón, cerró su argumentación asegurando que los dos partidos independentistas habían hecho «más por los españoles y por España que todos los patrioteros de pulsera».

Sus palabras levantaron inmediatamente una gran polémica entre colectivos de víctimas y partidos políticos. El PP solicitó horas después el cese de Martín e incluso Alberto Núñez Feijóo advirtió que sus palabras le inhabilitaban para seguir en su puesto. Otegi ha sido el único que ha salido en su defensa, aunque sus declaraciones sólo han servido para avivar la llama de la controversia.