Nerviosismo en Bildu por la fuga a otros grupos de los jóvenes más radicales
La coalición abertzale critica al colectivo GSK, que le está robando a sus militantes más jóvenes
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Día del Aberri Eguna, a 17 de abril de 2022, en Pamplona, Navarra, (España). Esta marcha se celebra en el día de la patria vasca (Aberri Eguna). En la imagen, ERC, CUP, Junts y BNG arropan a EH Bildu
Nombrar a GKS (Gazte Koordinadora Sozialista) en actos de Sortu es mentar la soga en casa del ahorcado. Lo mismo ocurre en eventos organizados por EH Bildu, la coalición independentista que nació con vocación de ser transversal pero en la que Sortu es ... el mayoritario. El auge de este grupo, que surgió de las juventudes vinculadas a la izquierda abertzale por mucho que Otegi niegue que se trate de una «escisión» o «grupo crítico», genera nerviosismo en EH Bildu cuando quedan poco más de dos meses para unas elecciones clave para el independentismo.
A pesar de que en público hayan optado por guardar silencio y aparentar tranquilidad, una carta que la coalición abertzale ha difundido entre sus militantes demuestra que GKS causa más preocupación de la que aparentan. El texto corre como la pólvora a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería. Bajo la pretensión de dar «aclaraciones sobre GKS», EH Bildu tacha a ese grupo de «agresivo», «antiabertzale» y «rupturista».
La circular reconoce que la falta de una posición clara del partido al respecto puede haber generado cierta «confusión». Lamenta que se haya visto como «de casa» a un grupo que, en opinión de EH BIldu, «no aporta nada» en el «camino hacia una Euskal Herria unificada, independiente, socialista, feminista y euskaldun». Insisten en la naturaleza violenta y «excluyente» de GKS.
Les acusan de protagonizar «ataques» contra sedes de la coalición como el que realizaron de manera «organizada y planificada» en el exterior de la Herriko Taberna de San Sebastián. Se refiere así a la batalla campal que ambas facciones protagonizaron en junio a las puertas del local por el control de un edificio okupado.
Detrás de estas peleas encarnizadas también está el veto que EH Bildu ha impuesto desde los ayuntamientos a que GKS pudiera instalar 'txosnas' (casetas de feria) en las fiestas patronales de verano. No es una cuestión baladí, ya que para todas las asociaciones, clubes deportivos o partidos que las instalan son una importante fuente de financiación, y al vetar su presencia cortaban una importante fuente de ingresos para el grupo.
GKS es una evolución del movimiento 'Ikasle Abertzaleak' que a principios de siglo era el principal valedor de Batasuna en los campus universitarios del País Vasco. En su argumentario, EH Bildu critica que miembros no afines a su causa se hicieran con el control de la organización estudiantil en 2019. «Se empezó a separar la trayectoria histórica, desdibujando lo que eran», se explica.
Manifestaciones masivas
Lo cierto es que desde entonces la presencia de GKS no ha hecho más que crecer en los ambientes universitarios del País Vasco. Bajo sus siglas han convocado huelgas estudiantiles y han protagonizado altercados, algunos de especial violencia, en el campus de Vitoria. También han logrado celebrar manifestaciones masivas. En septiembre de 2021 reunieron a 2.000 personas en Alsasua y en enero de 2022 hasta 7.000 secundaron sendas manifestaciones convocadas por ellos, en Pamplona (2.500) y en Bilbao (4.500).
Los investigadores de la Universidad del País Vasco Iker Madrid y Mari Hortal, que han analizado en profundidad las causas que explican la aparición de un grupo crítico en la izquierda abertzale, explican en un artículo de octubre de 2021, que su aparición debe entenderse por la «necesidad de redefinir un nuevo paradigma» que tenían algunos militantes de la izquierda independentista convencional.
Su referente ya no es tanto el independentismo sino las ideologías comunistas vinculadas al marxismo más clásico. Es por ello que «queda de manifiesto la inexistencia de puntos de encuentro» entre la nueva política, «institucionalizada y dominante», que ejercen Sortu y Bildu, y ese nuevo proyecto. «La izquierda abertzale se ha constituido como partido estatal que defiende prioritariamente los intereses de una clase media situándose como punto de apoyo del PNV y del orden institucional», explican.
Frente a ello son muchos los jóvenes que, aunque tradicionalmente han estado vinculados al independentismo radical, ahora han abrazado la propuesta del grupo disidente. Tanto es así, que para los dos investigadores no hay duda de que GKS es ya «la organización estudiantil de referencia y con mayor presencia» en el País Vasco.
No hay que buscar demasiado para ver cómo referentes del abertzalismo tradicional han encontrado acomodo en este nuevo grupo. Peru Iparragirre, conocido en el País Vasco por su faceta de poeta, es ya una figura clave del grupo disidente. Es el hijo de dos históricos de ETA, Mikel Albisu (Mikel Antza) y Soledad Iparragirre (Amboto). Mientras el joven encabeza actos multitudinarios en nombre de GKS, sus padres, ya en libertad, son un referente de la izquierda abertzale encabezada por Otegi.