¿Ha muerto Camille, el último oso de Navarra y Aragón?

Ecologistas en Acción apuntó por la mañana que la última foto tomada de Camille con las cámaras de seguimiento data del pasado 5 de febrero y que, desde entonces, “no se ha tenido ningún indicio de este animal, no se han encontrado más pistas sobre el mismo y tampoco consta ningún ataque, lo que casi certifica su muerte”. Sin embargo, fuentes del Gobierno de Navarra aseguraron a este periódico que “sí hay rastros de la pasada primavera claramente achacables a Camille por el tamaño”, de modo que si ha logrado superar el período de hibernación, “lo normal es que en primavera y verano tenga muchos menos problemas para mantenerse”. Además, las fuentes consultadas subrayaron que desde el 1 de junio se han producido diez ataques de oso en Isaba y los alrededores de Garde y en sólo un caso se ha podido constatar que el autor no fue Camille.

“A lo largo del verano no se han detectado rastros de la presencia de ningún oso, pero eso no es difícil, ya que en verano y con el suelo seco apenas suelen dejar rastros en el monte salvo que ataquen, y eso suele ser cuando no encuentran comida. Además, el hecho que no haya muchos rastros no es excesivamente sorprendente, pues algún otro año Camille ya desapareció durante una larga temporada volviendo a reaparecer en el otoño”, apuntan desde el Departamento de Medio Ambiente.

En concreto, los últimos movimientos de osos contra el ganado tuvieron lugar en el pasado 1 de junio, en Ezkiturrea (Isaba); el 21 y 23 de dicho mes, en Armaia (Isaba); el 8 y 12 de julio, en Ezkaurre y Kañadaxiloa (Isaba); el 14 de agosto, en Larrondo, (Isaba); y el 5, 22, 28 y 30 de septiembre, nuevamente en Kañadaxiloa, Subicea (Isaba) y los dos últimos, en Calveira (Garde). El del 30 de septiembre se atribuye a Neré, un ejemplar que vive habitualmente en el valle de Aspe y que, junto a Canelito, al que se localiza entre los valles de Aspe, Ossau y Cauterets, conforma la población de machos de la especie en el pirineo occidental galo. En todos los ataques murió una oveja.

Ecologistas en Acción recordó que, a su juicio, la “única” forma de revertir la situación actual y recuperar el territorio para que siga siendo zona osera es “reforzar” la especie por medio de la introducción de dos hembras: “una en el lado francés (compromiso adquirido por la administración gala) y otra en el lado español, que actuarían de reclamo para la recolonización de esta especie en la zona”.

“En los valles occidentales aún tenemos un hábitat adecuado para la conservación del oso. Depende de las Consejerías de Medio Ambiente aragonesa y navarra recuperar la especie o que se pierda para siempre”, agregó el colectivo.