Mustafá Aberchán, el líder condenado por comprar votos que mueve los hilos de Coalición por Melilla

Coalición por Melilla nace a mediados de los 90 cuando una parte de los dirigentes del PSOE de aquella época deciden escindirse para crear su propio partido y aglutinar el voto musulmán de la ciudad. Una decisión que no tardó en darles sus réditos, pues solo unas semanas después de inscribirse en el registro se convertían ya en la tercera fuerza política con solo un escaño menos que los socialistas y cuatro años más tarde, presidían el gobierno. Lo hicieron con el apoyo del GIL –el partido fundado por Jesús Gil y Gil– y un tránsfuga del PP integrado en el Partido Independiente de Melilla como Enrique Palacios, aunque la alegría no le duró mucho a Aberchán, que pocos meses después vería cómo una moción de censura apoyada por populares y socialistas le arrebataba el bastón de mando.

Esas amistades peligrosas que comenzaron al pactar con el GIL han sido la tónica en toda su andadura. Siempre buscando el poder en una ciudad autónoma que está regada de millones por parte del Estado y cuyo gobierno lograron alcanzar de nuevo hace cuatro años, cuando obtuvieron su mejor resultado con ocho escaños.

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La presidencia recayó entonces en Eduardo de Castro, único representante de Ciudadanos en la Asamblea –expulsado a día de hoy del partido por su imputación en la adjudicación de contratos públicos–, que se benefició del apoyo de CpM y PSOE para dejar fuera al Partido Popular, el partido más votado y el que había dirigido Melilla durante las últimas cuatro legislaturas. «El PSOE debe dar explicaciones sobre sus pactos presentes y futuros. ¿Cómo pueden mantener un gobierno con investigados por compra de votos? ¿Pactaría de nuevo con ellos?», se preguntó en sus redes Cuca Gamarra, la número dos del PP. Los populares denuncian también la sobreactuación de la portavoz del Gobierno durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que Isabel Rodríguez se mostró muy dura con el partido musulmán, junto al que siguen gobernando en la ciudad autónoma.

Hasta ahora, Aberchán había sido siempre el candidato de Coalición por Melilla. Líder eterno que se vio obligado a dar un paso atrás cuando el Tribunal Supremo confirmó en 2021 su condena por la compra de votos por correo en las elecciones al Senado de 2008. Inhabilitado por dos años, era inelegible en estos comicios, en los que Dunia Almansouri –actual vicepresidenta del gobierno melillense– es la candidata del partido musulmán.

La propia Almansouri ha llegado a calificar de «caza de brujas» todo lo que está ocurriendo. Una «persecución» a su partido por ser muy «incómodo». Aberchán, por su parte, en un mensaje dirigido por WhatsApp a sus simpatizantes, consideró «ilegales algunas detenciones» y se refirió al registro de uno de los locales del partido diciendo que la policía pensaría «que era el zulo de los votos por correo, cuando el zulo es el del PP».

El líder de los populares en Melilla, Juan José Imbroda, ha llegado a denunciar que en los anteriores comicios casi la mitad de los votos obtenidos por CpM llegaron por correo y que en algunas mesas electorales como la del colegio Juan Caro –en una barriada humilde de la ciudad– ese sufragio postal superó el 44 por ciento. La operación policial desatada este martes, que desembocó en varias detenciones, provocó la reacción de los partidos, entre ellos la de Ciudadanos, que pidió al resto que le apoyaran en la petición de una comisión de investigación al respecto, ya que, según ellos, hay indicios de que el gobierno de Marruecos esté detrás de todo el asunto.