Había robado un coche dos días antes en Terreros (Almería) y con él se dispuso a atracar una gasolinera a las afueras de su localidad de residencia, en Águilas (Murcia), a apenas 20 kilómetros del lugar donde había sustraído el vehículo. Encapuchado, ataviado con ... guantes y pistola falsa en mano, entró en el establecimiento pididendo la recaudación a dos empleados que en ese momento atendían a un cliente. La operación no tuvo el éxito esperado.
Con aparente tranquilidad, tal y como muestran las imágenes de la gasolinera, uno de los trabajadores se dirige al atracador mientras su compañera termina de atender al cliente, que observa la escena y no se marcha del lugar hasta recibir su correspondiente cambio.
Es entonces cuando el ahora detenido arrincona a los dos empleados de la gasolinera tras el mostrador para que le entreguen el dinero, pero lejos de atender sus peticiones, se enfrentan al atracador.
La mujer le rocía con un spray en la cara encapuchada mientras su compañero forcejea con él pese a tener un arma en la mano. Ante la resistencia mostrada, no le queda otra que salir del establecimiento con las manos vacías.
Tras alertar a la Guardia Civil de los sucedido, los agentes consiguen identificar al atracador rápidamente mediante la visualización de las imágenes y otros vestigios. Solo tres días después y con la colaboración de la Policía Local de Águilas, el hombre, un conocido delincuente y con antecedentes contra el patrimonio, es detenido en la misma localidad murciana por tentativa de robo con violencia e intimidación y por la sustracción del coche que utilizó para el infructuoso atraco.
El vehículo robado en la provincia vecina también fue devuelto a su dueño.
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