Muere Josep Piqué, el ministro de Aznar que trató de unir el centroderecha catalán

Ministro, senador y candidato a la presidencia de la Generalitat con el PP, alto cargo del Govern catalán con CiU y directivo empresarial. Piqué destacó en la política y en la empresa por su capacidad de diálogo y, sobre todo, su altura de miras intelectual. Cualidades ambas que, sin embargo, no le impidieron ser contradictorio en algunos aspectos en su paso por la escena política.

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A los 30 años, Piqué era el economista titular del Servicio de Estudios de La Caixa en Barcelona, tras licenciarse en Ciencias Económicas y Empresariales (que llegaría a doctorarse) y en Derecho. De La Caixa saltó a la Generalitat para integrarse en el gobierno de Jordi Pujol como director general de Industria, en el organigrama de la cartera autonómica en manos de Joan Hortalà (ERC). Conoció así la actividad política en primera línea y también a Macià Alavedra, cuando este sustituyó a Hortalà.

Tras su paso por la Generalitat recuperó su actividad empresarial, siempre al amparo de los ejecutivos de Pujol. Así, fue vicepresidente del Círculo de Economía de Barcelona entre 1984 y 1995, entidad que presidió en dos etapas: entre 1995 y 1996 y, posteriormente, entre 2011 y 2013. En esa época también presidió el Foro y la Fundación España-Japón (1984-1996). Y estuvo al frente de Ercros y se vinculó a las empresas del grupo Kio. A pesar de su origen ideológico de izquierdas (coqueteó en su juventud con el PSUC), en los primeros años de la década de los noventa afianzó su posición liberal en materia económica. Coincidió esta madurez con la aparición en la escena política de José María Aznar, que le fichó para el Gobierno en 1996 como ministro de Industria y Energía.

Aunque su posición era la de un ministro independiente (no militaba en el PP), no tardó en hacerse con la confianza del presidente del Gobierno, quien le entregó la responsabilidad de la Portavocía del Ejecutivo, primero (1998-2000), la cartera de Asuntos Exteriores (2000-2002), después, y, finalmente, el Ministerio de Ciencia y Tecnología (2002-2003). Piqué acabó por afiliarse al PP.

De su paso por los distintos Gobiernos cabe destacar, por ejemplo, su alineamiento total con las tesis de Aznar, George Bush y Tony Blair en defensa de la guerra e invasión de Irak. Ya no era el ministro de Exteriores (lo era Ana de Palacio) pero su posición era coincidente con la del presidente del Gobierno. Defendió siempre la famosa foto de las Azores y lo que eso suponía para España en la geoestrategia mundial. Tiempo después, alejado de la política, reconocía «errores» y que aquella operación global no se hizo todo lo bien que cabía esperar.

En un intento de confluir el PP con CiU, una de las aspiraciones confesas de Aznar, este encargó a Piqué la tarea de liderar a los populares en Cataluña. Fue su presidente entre 2002 y 2007, pero no fue hasta el año 2003 que dio el salto a la política autonómica. Entonces, ya se apuntaba la deriva radical del nacionalismo que acabaría poco tiempo después en convertirse en populista e independentista. Piqué no lo vio y creyó que podría dominar a sus antiguos compañeros de filas desde el Parlamento catalán.

Pero Pujol ya no estaba al frente de CiU. El PP se embarcó en la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, un señuelo de Pasqual Maragall (PSC), y Piqué trató de 'catalanizarlo' con tesis poco entendibles para los votantes y los simpatizantes. Sobre todo porque no había respuesta desde CiU. Una combinación perfecta para la aparición en la escena política catalana de Ciudadanos, con cuyos promotores se reunió Piqué para intentar frenar su aparición.

Tras el Estatuto y las elecciones de 2006, Piqué dimitió de su escaño autonómico y la presidencia del PP catalán en 2007. Las discrepancias con Génova por la táctica de afrontar la deriva independentista, ya sin la presencia y la influencia de Aznar, fueron insalvables. Su salida supuso una gran crisis en las filas de los populares. Daniel Sirera, ahora candidato a la alcaldía de Barcelona, le sustituyó como presidente. Pero tampoco fue del agrado de Génova.

Fue su punto y final de su carrera política en primera línea. Piqué, con 52 años, decidió alejarse y centrarse en su faceta empresarial. Vueling le acogió como presidente y estuvo al frente de la aerolínea hasta 2013. Entre 2011 y 2014 fue miembro del consejo de Airbus, en 2013 fue nombrado vicepresidente y consejero delegado de OHL y entre 2016 y 2018 fue vicepresidente de Corporate Finance Alantra, así como consejero independiente de Aena.

Actualmente, era el presidente de ITP Aero, de Pasiphae Consultora Internacional, consejero independiente de Amadeus y de los consejos de administración de Seat y Volkswagen Navarra; así como de los consejos asesores de diversas empresas más y consejero delegado y editor de la revista de gran prestigio y que le apasionaba 'Estudios de Política Exterior'.

Hace solo unos días volvió a acercarse al PP gracias a Alberto Núñez Feijóo. Formaba parte del proyecto de Reformismo21, que tiene como objetivo dar un impulso ideológico a los populares en los ámbitos económico, social e institucional. Además, siempre interesado por los temas de actualidad, en los últimos años había publicado varios libros: 'Cambio de Era' (Deusto), 'Escucha, España. Escucha, Cataluña' (Península) y 'El mundo que nos viene' (Deusto).

Piqué había superado, recientemente, una neumonía. La periodista Lomana, su viuda, ha agradecido las muestras de cariño que la familia está recibiendo tras conocer el fallecimiento de Piqué y ha confesado que este era «el amor» de su vida. Igualmente, ha informado de que el velatorio permanecerá durante toda la mañana de este Viernes Santo en el tanatorio de la M-30 de Madrid.