Ministros a media jornada: la doble agenda que condiciona la oficial

Precisamente, la condonación de 83.252 millones de euros de deuda autonómica puso a prueba el doble perfil de María Jesús Montero como ministra de Hacienda y líder del PSOE andaluz. Con 18.791 millones de euros, Andalucía es la comunidad con una mayor quita de deuda, por encima incluso de Cataluña. La ofensiva de la nueva baronesa regional, ratificada el pasado fin de semana como secretaria general, para arrebatar a Juanma Moreno la iniciativa política en Andalucía obliga a encajar, al menos en parte, la agenda de Moncloa con la suya propia. El ejemplo más llamativo es la perfecta sincronía entre actos de Gobierno programados durante la mañana y eventos del PSOE convocados en el mismo día y lugar, pero en horario vespertino.

El anuncio en calidad de vicepresidenta primera del derribo del hotel ilegal en la playa de El Algarrobico, en Carboneras (Almería), coincidió con un encuentro con militantes en el municipio almeriense de Viator, ese mismo 10 de febrero. Allí, presumió de la medida: «Vamos a demoler el símbolo más importante que hay en España y Europa de lo que significó la depredación urbanística». Algo similar ocurrió cuatro días antes. Montero se dejó ver en un acto en Castellar de la Frontera (Cádiz), entre promesas de índole regional, y más tarde participó en un mitin con la militancia socialista de San Roque, también en el área del estrecho de Gibraltar.

La misma fórmula de aprovechar los viajes oficiales para los actos de partido se repite con otros ministros-candidatos. Pilar Alegría, portavoz del Gobierno y secretaria general del PSOE de Aragón desde el pasado mes de enero, negó el jueves que ambas responsabilidades sean incompatibles, como criticó el expresidente Felipe González con estas palabras: «Quien está sentado en la caja, no puede estar repartiendo lo que hay en la caja y a la vez ser candidato». Nada de eso, rechazó Alegría, que reconoció que, si acaso, este doble perfil puede ser un problema «a la hora de organizar el tiempo».

El suyo es otro ejemplo evidente de esa conveniencia en las agendas. En varias ocasiones las convocatorias del Gobierno se entrecruzan con los actos del partido. El 17 de enero, por ejemplo, visitó la fábrica de Stellantis, en Figueruelas (Zaragoza), junto al ministro de Industria, Jordi Hereu, un desplazamiento que guarda poca o ninguna relación con su departamento de Educación, FP y Deportes. Esa misma tarde, recorrió las localidades de Fuendejalón, Gallur y Pinseque, en la provincia de Zaragoza, para reunirse con militantes socialistas. Misma práctica que repitió el 31 de enero, cuando volvió a viajar a Zaragoza para mantener sendas actividades, del Gobierno y del PSOE.

También el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, recientemente reelegido como líder del PSOE de Canarias, hace coincidir su doble agenda en sus viajes a las islas. Por ejemplo, el 30 de enero. Ese día asistió a un encuentro con el Círculo de Empresarios de Gran Canaria, según la agenda de Moncloa, y por la tarde presidió una reunión de su nueva Ejecutiva.

Esas tres comunidades, Andalucía, Aragón y Canarias, territorios clave donde el PP arrebató el poder al PSOE, se suman a los bastiones clásicos de Madrid y la Comunidad Valenciana en contar también con ministros al frente de la oposición. En el caso de Óscar López, secretario general del PSOE-M, resultan llamativas sus reuniones con los alcaldes de Getafe y Coslada, ambos socialistas; dos encuentros que figuran en la agenda oficial del Gobierno, pero que, por su contenido, esconden un objetivo más político, de partido.

Diana Morant, por su parte, centra su atención en Mazón y su hora de llegada al Cecopi el 29-O. En su empeño por atribuirle el aviso tardío el día de la dana, concedió una entrevista la semana pasada desde la sede del PSPV-PSOE que versó sobre ellos, pero que figuraba en la agenda del Gobierno. Poco o nada se habló en ella de su competencia, la Ciencia, en el Consejo de Ministros.