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El metaverso ya tiene delincuentes: detenido un joven de 18 años por pornografía infantil

Engañó a una niña de 11 años a través de una nueva app centrada en comunidades de usuarios del metaverso para que le mandara fotos sexuales

Está en libertad porque era menor cuando cometió los hechos; tenía una veintena de chats activos

Cruz Morcillo

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Tiene 18 años y es el primer detenido por cometer delitos en el mundo del 'metaverso'. La Policía Nacional le atribuye múltiples delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores a través de Internet.

La historia empezó con la denuncia de unos padres en Zaragoza. Contaron a la Policía que a su hija de solo once años la habían engañado a través de una nueva aplicación online para que mandara fotografías y videos de carácter sexual explícito a otro usuario de esa misma aplicación. El supuesto autor se creó un perfil o avatar simulando ser una chica de 19 años con intereses bisexuales. El objetivo era atraer y ganarse la confianza de niñas menores.

Los investigadores analizaron el entorno donde se produjeron los hechos. Era una aplicación disponible para los sistemas operativos Android e iOS de reciente aparición en el mercado. Esta app está centrada en la creación de comunidades de usuarios interesados en el «metaverso» y se estaba popularizando rápidamente entre menores a través de otras aplicaciones más conocidas como Tik Tok o Youtube.

Las primeras gestiones permitieron situar en España al individuo con el que la víctima interactuó. Llevaba a cabo una actividad incansable de chat con numerosas cuentas utilizadas por menores desde ese perfil creado ex profeso. Con el argumento de los intereses compartidos, entablaba contacto con muchas menores.

Siguiendo el esquema típico de actuación de los delincuentes pedófilos («child groomers»), tras ganarse la confianza de las niñas, lograba que le remitieran fotografías y videos de carácter sexual e intercambiaba material con ellas utilizando archivos conseguidos a su vez de otras víctimas, que mandaba como si fueran propios.

La investigación técnica permitió identificarlo: un chico de 17 años, residente en la provincia de Madrid y sin antecedentes policiales previos. El Juzgado de Instrucción 4 de Zaragoza, con las pruebas obtenidas autorizó un registro en su domicilio familiar, donde se intervino para su análisis posterior un disco duro interno de 1 TB de capacidad y se localizó el terminal telefónico que utilizaba para su actividad delictiva y donde guardaba el material gráfico obtenido de la menor denunciante, además de archivos de otras menores.

Se intervino judicialmente la cuenta utilizada para cometer los delitos. En el primer análisis los investigadores detectaron una veintena de «chats» con niñas menores en los que el detenido solicitaba y remitía fotografías y videos de carácter sexual explícito.

Dado que tenía 17 años cuando cometió los hechos denunciados, la Fiscalía de Menores de Madrid ordenó que finalizados los trámites policiales de detención fuera puesto en libertad.

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