María Guardiola reclama 10.533 millones de euros de deuda histórica del Estado con Extremadura: «Hay una parte de España que clama Justicia»
La presidenta de la Junta de Extremadura reclama un nuevo sistema de financiación y carga en el Club Siglo XXI contra un Gobierno que privilegia a regiones con más recursos
Destripar las balanzas para dar paso a la excepcionalidad fiscal
La presidenta de la Junta de Extremadura, Maria Guardiola, durante un desayuno en el Club S. XXI
Los presidentes autonómicos del PP asisten estas semanas con incredulidad e indignación a la relación privilegiada que el Gobierno brinda a los partidos independentistas en Cataluña y País Vasco. Y todos preparan su hoja de ruta de reivindicaciones para afrontar una legislatura que temen ... plagada de agravios. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha reivindicado este jueves en Madrid una deuda histórica del Estado con su región que asciende a 10.533 millones de euros.
En un foro del Club Siglo XXI, Guardiola ha reclamado esos recursos para converger tras un «análisis exhaustivo» de más de dos décadas y frente al «chantaje» y los «privilegios» que el Gobierno tiene con sus socios. «Hay una parte de España que clama Justicia», ha dicho la presidenta extremeña. La consecuencia de esta infrafinanciación deriva en un importante déficit en infraestructuras y comunicaciones.
El ejecutivo extremeño reclama 910 miloones de euros por el recorte sufrido desde 2008 en el Fondo de Compensación Interterritorial. Además, Guardiola reivindica una disposición del Estatuto de Autonomía que establece que durante siete años deben ejecutarse inversiones complementarias, como mínimo equivalentes al uno por ciento del PIB regional. Según esto, las inversiones de los últimos siete años ascenderían a 1.406 millones de euros. Pero el grueso de la cuestión se encuentra en el modelo de financiación. Extremadura cifra ahí un déficit de 8.216 millones en los últimos 25 años.
El planteamiento es el de un nuevo sistema de financiación para tener recursos para sufragar los servicios públicos ya que «el estado de bienestar no llega a todos por igual ni tiene el mismo coste en todos los territorios». Algo que en el caso de Extremadura, con las dos provincias más extensas del país y una población envejecida, se refleja en un muy alto coste para la prestación de servicios públicos básicos por esas características demográficas y geográficas. «Esto se tiene que reflejar en el sistema de financiación», ha dicho Guardiola, que ha recordado que armonizar el desarrollo regional es cumplir la Constitución.
«Ha llegado el momento de saldar esta deuda», ha dicho, tras una «travesía de agravios» que considera Guardiola «ha frenado nuestro desarrollo y la convergencia con el resto». La baronesa extremeña se ha referido a «la apatía y actitud sumisa» del anterior Gobierno de Guillermo Fernández Vara con las reivindicaciones de la región: «Extremadura pidió un cambio de actitud ante los agravios».
Guardiola se ha referido a esta reivindicación como «estrategia de resarcimiento» con Extremadura, y ha dicho querer contar con el Gobierno central. En unas semanas tiene previsto reunirse con el ministro de Transportes, Óscar Puente, a quien le planteará que «Extremadura debería ser una prioridad». Y ha lamentado una «relación inexistente» con el presidente del Gobierno: «Le debe dar vergüenza mirarnos a los ojos y decirnos que no hay nada para nosotros».
En este sentido, Guardiola ha reivindicado esos déficits históricos negando que el debate deba abordarse en el marco impuesto por Cataluña, con la anunciada quita del 20% de deuda del FLA. Guardiola se ha negado a comprar «ese marco» que beneficia a Cataluña que tiene una abultada deuda con ese mecanismo de financiación. El problema de su región, dice, no es de deuda sino de déficits de inversiones históricas. Y ha puesto de ejemplo que «la planificación energética que han presentado vuelve a castigar a Extremadura». Y aunque en su intervención se ha mostrado partidaria de una política de acuerdos ha considerado que con este Gobierno será casi imposible, tampoco a nivel nacional, al ser preguntada por qué oposición tiene que hacer Feijóo: «Sánchez no quiere saber nada del PP. Sánchez no tiene ningún interés en tender una mano al PP si no es al cuello».
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