Los VTC superan a los taxis en Madrid, tras el último fallo que autoriza 8.500 licencias más
Cabify pide incorporarlos por fases, pero la Consejería de Transportes les manda asignar los vehículos en un mes
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Es cuestión de semanas que el número de licencias de VTC en Madrid supere al de taxi. Todo, en virtud de una sentencia que otorga a Cabify el primero de una sucesión de paquetes de licencias que fueron recurridas en su día, y que en ... este caso le van a suponer sumar a las que ya tenían 8.500 autorizaciones. Desde la Consejería de Transportes afirman estar obligadas a cumplir el fallo judicial, y han dado a la compañía de VTC un mes –que acaba el 25 de mayo– para ponerlas en marcha. Mientras, las organizaciones de taxistas se echan las manos a la cabeza, y preparan ya movilizaciones y protestas. Advierten también de la repercusión sobre el tráfico en la ciudad de la puesta en circulación de miles de coches más cada día: esta sentencia da el visto bueno a 8.500 nuevas autorizaciones, pero Cabify tiene recurridas ante la Justicia hasta 25.000.
El conflicto entre las VTC y el sector del taxi lleva tiempo cociéndose en su propia salsa, sin que se haya resuelto de forma satisfactoria. Desde la llamada 'Ley Ómnibus' del exministro José Blanco, que transponía a la ley española una directiva europea por la liberalización del transporte terrestre y que acababa con la restricción de un VTC por cada 30 taxis, la norma que se había impuesto desde 1998 para mantener un equilibrio entre ambos servicios. A partir de ese momento se produjeron peticiones masivas de licencias para vehículos VTC, que se obtenían de forma gratuita y luego podían venderse en el mercado secundario.
El Ministerio de Fomento de Ana Pastor estableció de nuevo la ratio 1/30 en noviembre de 2015. Y la Comunidad madrileña elaboró y aprobó el primer reglamento de la VTC en enero de 2024, fijando límite de precios, exámenes a conductores y prohibición de captar clientes en las calles, entre otras medidas. Pero «los movimientos normativos que se han producido durante estos años han sido un cierre en falso del conflicto», opina Jesús Fernández, portavoz de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, y muy escéptico con la situación. De hecho, calcula que en esos años de solicitudes masivas de autorizaciones para VTC «se han llegado a pedir unas 115.000». Las empresas se apoyan en el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que tumbó la ratio 1/30.
Cabify, añade, pidió hasta 60.000, y tiene recurridas ante los tribunales en el caso de Madrid cerca de 25.000 autorizaciones, de las que estas 8.500 serían el primer paquete. «La Comunidad se las denegó, pero ellos plantearon recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid». Ahora, lo han ganado.
Los taxistas temen que este chaparrón de licencias nuevas suponga «romper las costuras del transporte en Madrid»
La respuesta del Gobierno regional ha sido acatar el fallo, aunque se interpuso un recurso de reposición ante el TSJM, que luego probablemente se seguirá en casación. Pero como explican fuentes de la Consejería de Transportes, que dirige Jorge Rodrigo, había que obedecer el mandato del juez. Eso sí, lo que le han transmitido a Cabify es que les hacen una 'concesión condicionada' de las licencias: deben asignarlos nuevos vehículos en un mes desde que se les comunicó, es decir, antes de que acabe este mes, y cumpliendo toda la normativa. Algo que no terminan de ver claro en esta empresa, porque es una figura jurídica que no existe como tal, indican.
Pueden cumplir
De hecho, desde Cabify han señalado que el mandato del Gobierno regional «constituye una desviación de poder y carece de fundamento jurídico, ya que contraviene la resolución del TSJM que ordenaba una concesión directa de estas licencias a Cabify, sin condiciones ni trámites adicionales». Su petición a la Administración autonómica es que esos nuevos vehículos se activen de forma «faseada», es decir, progresivamente.
En la empresa no ven problema en cumplir lo que se les pide: «Los coches ya están asignados porque ya lo pidió el Supremo hace un año; llegamos a asignar 15.000 vehículos en un mes», indican fuentes de Cabify. Pero insisten en que «8.500 licencias nuevas de golpe pueden ser un problema para la movilidad de la región», y por eso piden que su entrada en funcionamiento se haga por fases, un número de ellas cada año, algo en lo que dicen que no están siendo secundadas por la Consejería de Transportes. No obstante, no creen que los nuevos VTC estén en circulación en unas semanas, porque «la Comunidad se toma un tiempo para comprobar y verificar la asignación de vehículos», un proceso que calculan que puede durar meses.
En todo caso, insisten en la necesidad de poner más oferta en la calle porque «en Madrid hay un gran problema de movilidad; las ciudades han crecido, hay diferentes necesidades de desplazamiento, y Madrid es una de las capitales referentes del turismo mundial». Una tesis que rechaza de plano desde la Federación del Taxi Jesús Fernández: «Pero si hay incluso un informe de la Comunidad que dice lo contrario…».
Oferta y demanda
Se refiere al reciente estudio del Gobierno regional que concluye que el número de vehículos que prestan servicio de taxi y VTC en la región disponibles por hora es de 12.845, para una demanda de 9.441, lo que indica que la oferta estaría ya por encima de la demanda.
El taxi ha ido adaptando su funcionamiento, apoyándose en nuevas normas también, para actualizar sus usos: admite viajes compartidos, fija precios previos a la carrera y funciona en muchos casos mediante plataformas. Tanto las propias del taxi como las de las VTC: Cabify lo cuantifica en un tercio de los taxistas, unos 5.000 en Madrid, que trabajan ya con las plataformas de VTC. «Resulta que nos acusaban a los taxistas de monopolio, y ahora uno de cada tres ya trabajamos con ellos», denuncia el portavoz del taxi.
trabajan ya con las plataformas de VTC, según señalan fuentes de Cabify: son un tercio del total
En Cabify dicen haber contactado con otras consejerías, como las de Economía, Familia, Digitalización o Medio Ambiente, para ofrecerles sus servicios y «poder usar las licencias atendiendo sus necesidades». En el taxi piden al Gobierno regional se implique: «Pueden hacer más»; sospechan que no es cierto que cuenten con todos los vehículos a disposición y hasta denuncian que pueden estar presentando «documentación falsa» en el proceso. Y protestan: «Esto no es competir; yo que vivo en Parla, y el otro en Móstoles, y el otro en Fuenlabrada, no podemos ponernos a la par con un fondo de inversión».
Los taxistas temen que este chaparrón de licencias suponga «romper las costuras del transporte en Madrid», y preparan ya movilizaciones: una gran manifestación el 20 de mayo, en Madrid: «Vamos a ser la punta de lanza».
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