Así vivió Colmenarejo el Grand Prix, en fiestas y en una gran pantalla: «Medio pueblo quería participar»

Las olimpiadas de los pueblos de España, como solía anunciarse el emblemático programa, el de la infancia de toda una generación, volvió 18 años después a la programación de TVE, y con representación madrileña. «Hubo un sorteo y se eligieron ocho comunidades, con la suerte de que salió la Comunidad de Madrid», explica Fernando Juanas, el nuevo alcalde de Colmenarejo, que vio la oportunidad cuando aún no era el regidor: «En ese momento sólo era candidato, pero tenía fe en que iba a salir elegido».

En la plaza de Colmenarejo, decenas de personas celebraban este martes los últimos días de unas fiestas patronales que comenzaron el pasado viernes y que coincidieron, casi por sorpresa, con la emisión del programa 'del abuelo y del niño'. «La productora nos dijo: 'El lunes a las diez y media emitimos', y fuimos corriendo a contratar una pantalla gigante para verlo todos juntos», comenta Elisa de Pedraza, teniente de alcalde.

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«Hacía años que no se veían unas fiestas así» o, al menos, esos fueron los comentarios que recibió el nuevo equipo de gobierno. Hubo actuaciones de Rosario Mohedano, Skechi (un relevante artista local) y un tributo a Mecano, pero el plato fuerte fue el Grand Prix. La plaza del pueblo se abarrotó de gente para ver a sus vecinos (y a sí mismos) luchar contra el pueblo rival, la localidad granadina de Alfacar. «Los participantes vinieron con la camiseta del Grand Prix, del equipo amarillo», pero sin desvelar nada de lo que iba a ocurrir a continuación. Lo que comenzó como un empate en la prueba de los 'troncos locos', fue derivando poco a poco en una derrota que, sin embargo, no tuvo un sabor amargo. «Todo el mundo se lo pasó muy bien», zanja la edil.

El municipio, de poco más de 9.000 habitantes, fue durante toda la noche (y parte de la mañana siguiente) tendencia en las redes sociales. Un concursante sobresalió sobre el resto, el padre Ángel. «Cuando me dijeron que si quería participar en el Grand Prix, pensaba que me estaban tomando el pelo», confesó el sacerdote en el propio programa, para sorpresa de parte de los telespectadores, que, sin embargo, pasó por alto un incidente que obligó al párroco a retirarse de una de las pruebas. «Se cayó con el patinete, se hizo daño y se lo llevaron al hospital», dicen dos residentes que asistían como público.

«Revolucionamos a todo el pueblo para que fuera», cuentan las vecinas, que forman parte de «un grupo de animación» que puso su empeño en el Grand Prix, probablemente, el acontecimiento del año (el que más será recordado, desde luego) para muchos de sus habitantes. «El ayuntamiento nos puso un autobús para ir. Salimos de aquí a la una del mediodía y terminamos a las once de la noche», dice una de ellas sobre las interioridades de la primera entrega del programa, de la que el pueblo rival, Alfacar, salió vencedora. «Son gente muy amable, nos dieron pan, que es muy tradicional de allí».

La participación de Colmenarejo no es casual: «Nos lo curramos mucho», aclara la concejala de Festejos. «Montamos unos vídeos muy graciosos. Desfilamos todos por el polideportivo como si fuéramos el equipo olímpico de Colmenarejo», cuentan desde el gobierno municipal. Tras ese primer paso, fueron a grabarlos. «De toda la selección que hicieron desde la organización del programa, vieron que nosotros lo valíamos», explica De Pedraza sobre el proceso de selección: «Tuvimos al coordinador del polideportivo, Óscar, y al alcalde muy encima».

Después de la confirmación, llegó el turno de elegir a los que debían representar al «equipo olímpico» de Colmenarejo. En primer lugar, el programa mandó unas exigencias básicas, que estuvieran en buena forma física y que tuvieran menos de 40 años. Los pretendientes rellenaron una plantilla, a modo de autoevalución, donde indicaban su estatura, su peso y su nivel: «Había que poner qué nota tenía en cultura, en habilidad, en fuerza, en equilibrio, cada uno a sí mismo para, en función de eso, colocarnos en una prueba específica», explica una participante.

En cualquier caso, «no pudo apuntarse todo el mundo, porque quería participar medio pueblo», comenta el regidor. Quien rechazó la oportunidad, como Javier, de Protección Civil, lo hizo por la gran ausencia del regreso del Grand Prix: la vaquilla. «Soy taurino y cuando me lo propusieron, me negué».