Las víctimas de la estafa del falso arquitecto de Madrid: «Ahorramos años para hacer la reforma y ahora no tenemos casa»
Al menos catorce afectados han denunciado al empresario
Un falso arquitecto estafa a decenas de familias en Madrid y deja sus casas destrozadas
El falso arquitecto captó a inmigrantes ilegales en la calle para trabajar sin contrato: «Alguno tuvo que dormir en un parque con su hijo al no pagarle»
Madrid
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Iniciar sesiónEn el interior de una vivienda de Chamberí se apilan materiales de obra; del techo cuelgan unos cables destinados a una instalación eléctrica que hay que rehacer por la mala ejecución de los trabajos anteriores; y las paredes, taladradas, muestran unos ladrillos que deberían haberse ... cubierto hace meses. Muchos meses. La ilusión por estrenar una casa se esfumó hace tiempo, justo en el momento en el que descubrió que era víctima de la presunta estafa múltiple de un falso arquitecto. «Nadie piensa que lo están estafando. Era inconcebible que me pasara eso», afirma. Semanas de retraso, noches sin dormir, una obra paralizada sin previo aviso, un perito contratado para cuantificar los daños y una nueva reforma integral que arregle todo lo que David Casanova Montesinos se comprometió a hacer. Pero él, que no se atreve a dar su nombre por miedo a las represalias –«todavía tiene las llaves de mi casa», cuenta–, no es la única víctima del reformista detenido en Pozuelo de Alarcón. Existen, al menos, otras catorce denuncias presentadas en la comisaría de Tetuán. Y no son las únicas.
«Me cayó bien, confié. Me pareció serio, agradable, no era un charlatán y parecía que sabía de lo que estaba hablando», dice este afectado sobre David Casanova, director técnico de la empresa de reformas Alda Home, que operaba con el nombre de Esencial Home. En mayo, firmó un contrato de 35.000 euros para ejecutar una reforma integral de su domicilio y, como en todos los casos, pagó un 35% del importe en el momento de la rúbrica y una parte proporcional cada viernes hasta el final de obra. Pero ese final, que debería haberse producido a principios de julio, nunca llegó porque el empresario se esfumó antes de lo previsto.
«Él venía como un empleado más de la empresa, nunca me dijo que era el dueño», continúa este hombre. Detrás de Alda Home, como administradora única, estaba su madre, Rosa María Montesinos. En agosto, cuando ya había acumulado un mes de retraso, mandó el primer burofax porque los trabajos no avanzaban. «Venían obreros, pero no hacían nada. No los podía echar porque si no incumplía yo el contrato», añade. Un mes más, septiembre, y ningún cambio se producía. Hasta que en octubre, después de tres días sin que se presentasen los operarios, decidió enviar otro burofax para exigir que no volvieran a su casa. Nunca tuvo respuesta.
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«Estoy pagando el alquiler de la casa en la que vivo, la hipoteca de esta casa que no puedo usar. Pagué la primera reforma, y ahora una segunda para poder entrar a vivir. Además de un perito que acreditase cómo se habían quedado las obras», cuenta esta víctima, que se ha atrevido a denunciar los hechos, pero no a contárselos a sus familiares. «Me da vergüenza. ¿Cómo alguien puede ser tan malvado? Estoy tieso, sin dinero», concluye.
A más de 20 kilómetros de distancia, en Leganés, David firmó un contrato para otra reforma integral en noviembre del año pasado, a ejecutar en un plazo de dos meses. «Pero en febrero seguían, y me empecé a quejar», afirma esta mujer. En ese momento, Alejandro Delgado todavía era el administrador único de Alda Home, empresa que abandonó en marzo, cuando tomó las riendas Rosa María. Pese a estar proyectada para finalizar en enero, fue en verano cuando las obras se abandonaron por completo. «Decía que en junio terminaba, pero nada, mentira», explica, tras haber pagado más de 33.000 euros.
«Tanto tiempo ahorrando para esto, años teniendo una hipoteca, y ahora no tengo ni casa», subraya la afectada, que se ha tenido que ir a vivir al piso de su pareja hasta que su situación económica le permita contratar una nueva empresa: «Te quedas sin un duro. No tengo ni para un mueble barato y él, en cambio, sí tiene mi dinero», critica ella.
Investigación policial
David Casanova Montesinos, tal y como ha acreditado la investigación policial liderada por el grupo de Policía Judicial de la comisaría de Tetuán, actuaba siempre de la misma forma: conseguía las reformas, enviaba un ajustado presupuesto, ejecutaba parte del proyecto y, tras muchos contratiempos (como la inundación de una vivienda, consta en una denuncia consultada por ABC), desaparecía. Eso sí, antes exigía los pagos que a los afectados les faltaban por hacer, pese a estar los trabajos paralizados. Los investigadores estiman que solo a las catorce víctimas personadas en esta comisaría habría estafado unos 350.000 euros. Desde 2019, la cifra podría ascender a más de un millón.
«Mi casa tenía que estar lista el 8 de abril, pero el 15 de julio denuncié porque todo se había parado y no me ha devuelto las llaves», cuenta otra de las damnificadas. Tal y como consta en la denuncia, a la que este diario ha tenido acceso, David y Alejandro pospusieron la finalización de los trabajos hasta en cuatro ocasiones antes de evaporarse.
Suma y sigue, los casos no cesan. En otra denuncia se recoge que una de las obras, en Carabanchel, tenía que acabar en junio pero que en julio los trabajos se pararon pese a que la víctima ya había ingresado mediante transferencia 30.498 euros. «Intenta ponerse en contacto con David y el resto de trabajadores de Alda Home sin ningún éxito. Todo esto le ha causado gran perjuicio en su estado de salud, con un gran estado de nervios y múltiples crisis de ansiedad», puede leerse en la denuncia, acompañada de informes médicos.
El abogado de David, Guillermo Peláez, defiende que en estas catorce obras ejecutó el 60% de los trabajos. «Vamos a demostrar que es un incumplimiento contractual, no una estafa», asegura Peláez, que justifica que su cliente sufrió «un desequilibrio mental por las deudas», lo que le impidió «hacer frente a la finalización de las obras».
El problema está en que esos catorce proyectos no son los únicos inacabados. «El 11 de julio comienzan las obras de una reforma que sería finalizada en un plazo de entre 20 y 25 días hábiles. No es hasta el 1 de septiembre cuando la empresa paraliza la reforma, no habiendo comunicación previa», consta en otra denuncia, presentada en este caso en el distrito de Arganzuela. David, Rosa María y Alejandro están citados a declarar a principios de diciembre en los juzgados de Instrucción de plaza de Castilla, y los afectados, en aumento, solo reclaman una cosa: «Justicia para que no se lo puedan hacer a más gente».
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