Verano de obras y cierres en el Metro de Madrid: tramos de la línea 1 desde el 24 de junio y la 9 en agosto, y la L7b sigue sin servicio

La línea 1 es el origen del Metro madrileño: la primera en ponerse en marcha, en 1919, aunque en un tramo mucho más corto que el actual: entre Sol y Cuatro Caminos. Desde entonces, han pasado 104 años y ha crecido 20 kilómetros y 26 estaciones. Se ha visto sometida a varias reformas a lo largo de su vida, pero de ellas, destacan las dos últimas: la de 2016 –obras de impermeabilización y consolidación del túnel y sustitución de la catenaria tradicional por otra rígida–, que obligó a suprimir el servicio durante varios meses entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe; y la actual, que cierra desde Sol a Valdecarros –en parte, zonas ya afectadas por los trabajos anteriores–.

La suspensión del servicio va a suponer un problema para la movilidad de toda la zona afectada: la línea 1 realizó 82 millones de viajes en el año 2022. El consejero de Transporte en funciones, David Pérez, explicó que la obra es necesaria: «Se renueva totalmente la superestructura de vía; por seguridad no se puede retrasar».

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Concretamente, se va a eliminar el balasto –las piedras que se colocan sobre la plataforma de la vía– y las traviesas de madera, para sustituirlos por una nueva plataforma de hormigón. Con eso se renovarán los sistemas de sujeción y apoyo al carril, y se conseguirá reducir ruidos y vibraciones en el interior de los trenes.

Esta actuación tendrá lugar sobre 13 kilómetros de trazado. Y, en paralelo, se va a trabajar sobre las instalaciones de la línea aérea y el sistema de señalización. Y, de paso, se llevarán a cabo labores de desamiantado.

Como alternativas de transporte público, mientras duren estas obras y esté suspendido el servicio, además del servicio especial de autobuses, con 50 vehículos que harán el trayecto de Atocha a Valdecarros y vuelta, se refuerzan otras 10 líneas de bus, y la línea 6 de Metro –con entre un 10 y un 15 por ciento de trenes más–. También existe la posibilidad, recuerdan en el Consorcio, de utilizar las líneas de Cercanías desde Vallecas hasta Atocha, Sol, Nuevos Ministerios o Chamartín.

El anuncio del cierre inminente de buena parte del trazado de la línea 1, del que sólo faltaba por conocerse la fecha de inicio y fin de la suspensión del servicio, ha provocado agrias críticas de los partidos de la oposición. El consejero David Pérez lamentaba ayer que «la izquierda se movilice siempre por nuestras obras, pero no por las que hace el Gobierno Central». Y recordó que las incidencias en Metro que supongan cierre de estaciones siempre van acompañadas de soluciones alternativas de transporte público.

La línea 1 volverá a abrir en este tramo a finales de octubre. A partir de entonces, se terminarán los trabajos ya durante los turnos de noche, sin interrumpir el servicio. Pérez calcula que estarán definitivamente terminadas en enero de 2024 o, si todo va muy bien, en diciembre de 2023. No serán las últimas obras que se llevan a cabo en la línea 1: aún están pendientes actuaciones para renovar la vía en el tramo comprendido entre las estaciones de Chamartín y Sol, sin fecha todavía.

Pero las de la línea 1 no serán las únicas obras en Metro este verano: también está previsto cerrar la línea 9, entre las estaciones de Colombia y Príncipe de Vergara, para llevar a cabo la retirada del amianto en las bóvedas y algunas otras obras de modernización, aprovechando el cierre. En este caso, habrá 10 autobuses dando servicio alternativo.

Son en total seis estaciones las que se verán afectadas por el corte del tráfico de convoyes. Estos trabajos van a prolongarse durante un mes, probablemente agosto, pero aún no hay anuncio oficial de cuándo se iniciarán. «Lo avisaremos cuando tengamos previsto todo», dijo ayer el consejero.

Por otra parte, continúan las actuaciones de consolidación de terreno en la línea 7B, que quedó cerrada el pasado verano y se mantendrá así hasta que el problema se haya solucionado definitivamente. En la Consejería de Transportes aseguran que ya se están haciendo efectivas las indemnizaciones a los primeros vecinos que las aceptaron de entre los afectados por el hundimiento de sus casas por la construcción de esta infraestructura. «Lo están recibiendo ya o lo recibirán en los próximos días», afirmó David Pérez.