De Ventas a la Castellana, las siguientes brechas por coser en Madrid: obras, plazos y presupuesto

Cris de Quiroga

Madrid

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28/02/2024
Actualizado a las 20:55h.

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Hay dos grandes obras de mandato (más allá del mastodóntico soterramiento de la A-5) que se pondrán en marcha antes del mes de junio. Son dos promesas electorales de José Luis Martínez-Almeida, dos infraestructuras que perfiló el PP, con recreaciones incluidas, hace poco menos de un año: el cubrimiento de la M-30 a su paso por Ventas y el soterramiento del norte del paseo de la Castellana. Este miércoles, durante el desayuno informativo en el hotel Palace, el alcalde madrileño anunció que la licitación de la redacción y ejecución de ambos proyectos comenzará «antes de que acabe el primer semestre del año».

Estos planes comparten una premisa: coser brechas de asfalto en plena ciudad. Aunque la metodología es diferente. Una cubierta vegetal sobrevolará un tramo de 300 metros de la M-30, junto al puente de Ventas, para conectar los distritos de Ciudad Lineal y Salamanca. El norte del paseo de la Castellana, en cambio, se soterrará bajo una plataforma verde a los pies de las Cuatro Torres. El presupuesto es similar, unos 80 millones de euros el primer proyecto y cerca de 90 millones el segundo. Aún es pronto para fijar plazos concretos; antes hay que redactar los proyectos.

El cubrimiento de la M-30 salvará catorce carriles de la circunvalación a través de una pasarela varios metros por encima de los coches. El resultado: más de 17.000 metros cuadrados de zonas verdes. «Se incrementarán así las conexiones peatonales completamente accesibles, creando nuevas zonas de ocio, juego y deporte sobre esta plataforma», sostienen desde el Área de Obras y Equipamientos encargada de los trabajos. La longitud de la nueva cubierta rebasará los 200 metros y estará ubicada unos 300 metros al sur del puente de Ventas.

La actuación al norte del paseo de la Castellana pretende crear un corazón verde para la futura 'city' (o distrito financiero, en inglés) de Madrid Nuevo Norte. Los ocho carriles de tráfico actuales se enterrarán bajo un bulevar ajardinado, una plataforma que ocupará 820 metros de largo y hasta 64.000 metros cuadrados de superficie.

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«Un nuevo espacio que mejorará sustancialmente la calidad paisajística de esta zona, adelantándose así a la transformación urbana de este ámbito con el proyecto de Madrid Nuevo Norte», aseguran desde la concejalía. Igual que la intervención sobre la M-30, el soterramiento del norte de la Castellana mejorará la red de itinerarios peatonales «plenamente accesibles» y vías ciclistas. Y el diseño del nuevo túnel «permitirá conservar y proteger el arbolado existente», destaca el ayuntamiento.

En mayo de 2023, el equipo de Almeida imaginó solo dos carriles en superficie, uno reservado para transporte público y bicicletas y un segundo para vehículos privados. En el centro, una explanada verde como epicentro de la 'city', esa transformación urbana que promete tapar las vías ferroviarias de la estación de Chamartín y levantar un imponente 'skyline'.