Los vecinos de Prosperidad vetan las cocinas fantasma: «Solo traen problemas»
Unas cien personas protestaron este domingo para expulsar 38 negocios a los polígonos industriales
Vecinos protestan, este domingo, en contra de las cocinas fantasma
Prosperidad suma 38 cocinas fantasma (o agrupadas, su término formal) y este domingo sus vecinos salieron a la calle para expulsarlas. Alrededor de cien personas, según informaron fuentes policiales a Europa Press, reclamaron la prohibición de estos negocios en los bajos de sus casas ... , mientras coreaban los lemas («La suciedad fuera de la ciudad» y «Si tan legales son, a la Puerta del Sol») con cacerolas y silbidos enfrente de uno de ellos, en la calle de Zabaleta, que abrió hace año y medio.
Después de la pandemia, cuando proliferaron estos locales que cocinaban para los confinados, la polémica estalló en los barrios, con sus chimeneas y salidas de humo, el ajetreo de furgonetas y repartidores, los ruidos y los olores de los restaurantes virtuales para servir a domicilio. «Solo traen molestias, problemas de convivencia, ruido, humo, malos olores, problemas de movilidad, enfrentamiento entre los vecinos y basura», sostiene el presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Vicente Pérez, en declaraciones recogidas por Ep. Por eso los residentes piden que puedan operar exclusivamente en polígonos industriales.
El ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida paralizó la concesión de licencias a las cocinas fantasma hasta fijar la futura regulación de estos negocios, una prórroga que caduca este verano aunque, por ahora, la nueva normativa sigue sin concretarse. El año pasado, el Área de Desarrollo Urbano inició la tramitación para modificar las normas urbanísticas y, entre otras cosas, limitar su actividad en los barrios residenciales, comprimiendo la superficie máxima hasta los 350 metros cuadrados e introduciendo la zona de carga y descarga en el interior. El texto está en un limbo desde que Vox dejara de apoyarlo, a finales de diciembre.
Mientras tanto, los vecinos protestan. Este domingo lo hicieron acompañados de representantes de Más Madrid, el grupo mayoritario en la oposición del palacio de Cibeles. «Es un ataque permanente a la paz y la seguridad de los vecinos», criticó el portavoz de la campaña municipal del partido, el diputado autonómico Edu Rubiño. Según los datos que maneja Más Madrid, existen unos 120 establecimientos de este tipo en la ciudad. Algunos, como los doce restaurantes virtuales de Arganzuela, ya cerraron por operar sin informe medioambiental o ejecutar obras sin licencia.
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