Carlos Sobera: «A los vascos donde más nos gusta estar es en Madrid, Cádiz y Málaga»
COLONOS
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Madrid
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Iniciar sesiónSi los de Bilbao nacen donde les da la gana, los de Baracaldo no les van a la zaga, aunque lo hagan, como es el caso, en el mismísimo Baracaldo. Carlos Sobera es de esos tipos que con esa cultura previa dignifican la ... televisión. Hay retranca en él, que en su caso es es retranca vasca, la que conmueve al entrevistador por esa mixtura de sana bravuconería y humor. Recibe entre la grabación de su programa, 'First Dates', y, en un día de sol duro y frío, ronda el asunto: el de encontrar el amor verdadero y si éste, ay, es eterno.
Sobera es tal y como se le imagina, pero eso importa poco cuando lo que se trata en esta página es ver cómo este vizcaíno se lleva con los atochales de la meseta sin perder ni un ápice de su acento. Que es vasco, vasco, es algo que se ve en cómo da la mano, cómo ofrece acento, o esa visión del mundo, tan suya, que no se sabe si la están exagerando. Intelectual, licenciado en Derecho, no se la van a 'dar con queso'. Por eso, aunque sea con modestia, agradece que se le trate de intelectual y que se le pregunte sobre la gran novela madrileña. Se llevaría a sus 'verdes' natales un cocido madrileño, del mismo modo en que se traería un rioja, de La Rioja alavesa, matiza.
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Las parejas que forma en su programa, cada una de un rincón de España, y cada cual, como diría Serrat, con sus virtudes y sus defectos, hacen que cuando se le pregunta por lo que aporta un vasco en Madrid responda raudo: «Amplitud de miras». Pero del mismo modo que madrileños, burgaleses, andaluces y demás españolitos. Lo dice, y no con la boca pequeña: «Madrid es una ciudad que nunca duerme». Igual que proclama que a los vascos los sitios que más les gusta visitar y estar en Madrid, Málaga. A partir de los 70 años, Benidorm, que también tiene algo de Casco Viejo de Bilbao en los bares.
Sobera es un hombre culto y risueño, si es que ambos adjetivos pueden ir juntos. Se pasea cuando puede por Madrid viejo.
—Un vasco se sabe lo que aporta, pero lo quiero escuchar de viva voz. De su viva voz.
—Cualquiera que venga, y más un vasco, aporta amplitud de miras. Que Madrid ya las tiene, porque es una ciudad abierta, y nadie pregunta de dónde vienes. Y los vascos, aquí, aportamos racionalidad, sentido del trabajo; pero es que también la hay en los madrileños, y en los burgaleses, y en los catalanes, y en los andaluces. No añadimos cosas muy diferentes salvo el acento; ' Ahí va la hostia', así, y esto poca gente puede decrirlo como lo decimos los vascos. ¿Eh?
—Esa interjección, ¿tiene una réplica en Madrid?
—'Hay que joderse', bueno... No creas que es para algo negativo. Los vascos somos algo parcos en recursos, y lo mismo nos sirve para expresar «qué novio más guapo te has echado» que para «menuda faena». El lenguaje cumple una función, pero todo lo que rodea al habla, los gestos, es también muy importante. Confluyen lenguajes de varios signos.
—Salga por donde quiera. ¿Madrid y Cádiz son los sitios más calurosos del País Vasco?
—Madrid no lo sé, Cádiz desde luego sí. Aunque váyase allí en invierno, que hace un frío y una humedad tremendas. Pero hay una cosa; donde a los vascos más les gusta estar es en Madrid, en Cádiz y en Málaga. Y cuando cumplen 70, en Benidorm.
—Benidorm y Madrid, un matrimonio de conveniencia...
—Benidorm es otra ciudad que no duerme, como Madrid
—Usted es un enamorado de Madrid.
—Es que es una ciudad que no duerme, y eso no lo tiene ni Bilbao, que es que lo tiene todo.
—Una pregunta con todas las esquinas que se le puedan dar. ¿Ligar en el País Vasco es milagro o es pecado? Al menos a la primera cita...
—En cualquier caso, igual de milagro que en el resto del país (ríe).
—Antes le sacaba a la gente la cultura, y ahora el amor...
—Según he ido evolucionando, ganando años, me satisfago entregando el amor a las personas.
—Para ir dejando las metafísicas. ¿Qué le debería ofrecer Madrid al País Vasco?
— En resumidas cuentas, el cocido.
MUY PERSONAL
- LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO. Baracaldo, 11 de agosto de 1960.
—Y está la ciudad cultural.
—Yo soy un un enamorado del casco viejo, de los Austrias. Del Museo del Prado, del Reina Sofía. Además soy un enamorado de los edificios que dan modernidad.
—Es usted de los que leen, y, cada tanto, preguntamos aquí por la necesidad o pertinencia de la gran novela madrileña. Hable.
—Madrid, como Nueva York, como Londres o como París tiene material para una novela infinita.
—¿Cómo ve el amor alguien de Baracaldo? Sé que esta pregunta no va mucho con la sección....
—Te diría que el amor es igual en todas partes. Ni siquiera dentro de la multiculturalidad española.
MÁS INFORMACIÓN
—Un recuerdo madrileño.
—Yo he visto construir las cuatro torres. He conocido la vieja ciudad deportiva del Real Madrid.
—Y como vasco, va la puntilla. La gastronomía. De nuevo.
—Que yo me llevaría al País Vasco el cocido, y me traería un buen rioja, de La Rioja alavesa. Que conste.
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