Los ultras trasladan a las calles madrileñas su guerra de pancartas del odio
Un muñeco de Vinicius ahorcado de un puente y una lona de Ana Frank elevaron la tensión en el derbi de Copa
La Policía visualiza cámaras y rastrea las redes sociales para identificar a los responsables de estos últimos ataques
Aparece un muñeco de Vinícius colgado de un puente horas antes del derbi Real Madrid - Atlético
Hubo un tiempo en que el derbi de pancartas-mensaje se jugaba en los estadios. Las alusiones, casi siempre encriptadas, entre los diferentes grupos ultras de la capital eran constantes. Y más en una época, la de la primera década de los 2000, en ... la que el avispero de roces y enfrentamientos se sucedía antes, durante y después de los partidos. Pero la presión policial y la acción de los clubes provocó su salida de los estadios (en algunos casos) y la prohibición de símbolos y lemas (en otros), lo que de un tiempo a esta parte ha motivado el traslado a las calles de su particular guerra del odio. Y para muestra, un botón.
El pasado jueves, una pancarta con la inscripción de 'fuleros bastardos' amanece colgada de un puente de la M-30. En apariencia, es la misma que los ultras del Frente Atlético ya exhibieron la temporada pasada en los aledaños del Santiago Bernabéu (la noche anterior a otro derbi) y trasladaron después a los exteriores del Wanda, ahora Cívitas, Metropolitano durante la horas previas al citado encuentro. De vuelta a la última cita, otro puente de la M-11, muy cerca de la ciudad deportiva del Real Madrid en Valdebebas, luce un segundo mensaje: 'Madrid odia al Real'. Pero eso no es todo.
Lo peor es el objeto que lo acompaña: un muñeco hinchable de color negro y ataviado con una réplica de la camiseta de Vinicius, que cuelga ahorcado de la misma estructura de hormigón. La mecha no tarda en prenderse. Algunos medios se hacen eco de la bochornosa imagen y acusan directamente al grupo radical del club colchonero. Pese a que el lema es igual al mostrado en bufandas, camisetas y hasta canciones del Frente, desde su cuenta oficial de Twitter se desmarcan: «Alucinante la capacidad que tienen algunos medios para atribuir actos a nuestro grupo y la barra libre para mentir y desinformar. Que siga la campañita prederbi…».
La Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional empieza a trabajar casi de inmediato, poniendo el foco en la visualización de las cámaras de vigilancia del tráfico de la zona y en el rastreo de las imágenes publicadas en redes sociales. El lunes, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte se reunió con carácter extraordinario en la sede de la Fiscalía General del Estado; y el martes, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, avanzó que la investigación «va por buen camino».
La batalla iniciada por el bando atlético tiene su réplica en los prolegómenos del partido, a solo unos metros del coliseo blanco. En la calle de Marceliano Santamaría, fortín histórico de los defenestrados Ultras Sur, un estandarte con la imagen de Ana Frank (una de las víctimas más reconocidas del horror nazi tras su muerte en un campo de exterminio) se eleva por encima de la muchedumbre para vergüenza de todos los concentrados. La propia delegada informaba el mismo martes de que la Brigada de Información había abierto de oficio otra investigación para depurar responsabilidades y llevar ante la Justicia a los responsables.
El Atlético, sobre el muñeco colgado de Vinicius: «Son hechos repugnantes e inadmisibles»
«La rivalidad entre ambos clubes es máxima, pero el respeto también. Ningún individuo, sean cuales sean sus intenciones o sus colores, puede manchar la convivencia entre distintas aficiones»
La cara de Ana Frank, que ya fue utilizada en 2017 por los radicales de la Lazio en un partido contra la Roma, se ha convertido en la infamia más extendida de algunos grupos de extrema derecha para atacar al eterno rival. En ese sentido, la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte castiga, entre otros delitos, la exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos.
De esta forma, el traslado de la guerra de los estadios a las calles está igualmente penada. Con la dificultad añadida, eso sí, de localizar a los autores, 'amparados' por el anonimato que ofrece el estar fuera de las gradas. Lejos queda ya la exhibición en los campos de pancartas irónicas en las que se leían mensajes del tipo 'Improvisada maratón, de Príncipe Pío al Cabezón' o 'San Silvestre, patrón del Frente', en alusión al sonado encontronazo entre un centenar de Ultras Sur y una treintena del Frente Atlético a la altura del parque Atenas, con 'derrota' y huida a la carrera para los del Manzanares.
Fue en aquellos años, entre 2005 y 2010, cuando los ultras madrileños pusieron de moda los intentos de dar esquinazo a la Policía y alcanzar el estadio rival sin ser escoltados. La respuesta del Frente, llegando al Bernabéu desde la avenida de Pío XII y no desde la plaza de Castilla (como estaba pactado con los agentes), también tuvo su dardo en forma de pancarta: 'Vuestras grandes hazañas, nuestros simples paseos'.
Ni siquiera los Bukaneros escaparon entonces a la moda de lucir músculo en el fondo de Vallecas. Tras atacar el bar Virginia, sede de los Boixos Nois (ultras del Barcelona), desplegaron el mensaje de 'Virgina ya no es virgen'. Y lo mismo con el bar Amistad, donde hasta su llegada los radicales del Talavera celebraban una barbacoa: 'Vuestra amistad es inflamable, la nuestra infranqueable'.
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