Los ultras del Rayo Vallecano tejieron una emboscada a los del Alcalá tras años de guerra en el barro
Los dos grupos se buscaban desde la época en la que el club franjirrojo peregrinaba por Segunda B
La Brigada de Información analiza los vídeos y otras pruebas para identificar al mayor número de implicados
No fue tanto una pelea pactada como una búsqueda a sabiendas de que los enemigos estarían donde tenían que estar; es decir, en un bar cercano a la ciudad deportiva del Rayo Vallecano, zona de amplias avenidas, fácil visibilidad y nula presencia policial. Una ocasión ... perfecta para saldar viejas rencillas y forzar el primer cuerpo a cuerpo entre Bukaneros, radicales de extrema izquierda, y Brigadas Alcalaínas, neonazis, y el grupo del fútbol modesto con mayor número y actividad de la región. Pero no por intentarlo, la guerra surgida en los años del barro, cuando el club de la franja tocó fondo con cuatro temporadas en Segunda B, había llegado a materializarse. Hasta este domingo.
Pasado el mediodía, una treintena de ultras del Alcalá alcanzan la cara norte del Ensanche de Vallecas y se atrincheran en el bar Mamma Cookie, a cinco minutos a pie del campo donde su club y el filial del Rayo disputarán a las 16.30 horas un partido de Tercera división. Allí, los desplazados, quién sabe si acompañados por miembros de otras hinchadas afines (radicales del Getafe, principalmente), comienzan a beber con un ojo en la jarra y el otro en la calle. La tensión es la misma que en cualquier desplazamiento hostil, con mensajes cruzados y algún que otro amago de salir a 'bailar'.
Una hora antes del encuentro, algo más de treinta Bukaneros, armados con palos metálicos y de madera, salen a la búsqueda de sus enemigos. Y no tardan en encontrarlos: el primer choque se produce en la confluencia de las calles de Mazaterón y Puente del Arzobispo. Los de Alcalá, que corren hacia ellos con bengalas y alguna que otra navaja, no tardarán en retroceder. En su huida, dos miembros de Brigadas caen al suelo, llevándose la consecuente tunda por parte de los rayistas. Las primeras patrullas de la Policía Municipal ya están en el enclave.
El segundo 'round' se produce en la misma terraza del Mamma Cookie. Para entonces, los ultras del Rayo han adelantado a sus contrincantes y solo algunos se quedan al último encontronazo. Vuelan sillas, papeleras, botellines y hasta un servilletero, sin que los implicados lleguen esta vez a las manos. Los Bukaneros echan a correr por la avenida de la Gavia, conscientes de que lo único que pueden encontrar ya son multas y detenciones. Llegar, atacar y marcharse, el abecé de los vándalos en el fútbol.
A su llegada, los sanitarios de Samur-Protección Civil atienden a tres individuos del Alcalá, sin que ninguno de ellos precise de traslado hospitalario. También los cinco detenidos por el Cuerpo Municipal, el más joven de 30 años y el mayor de 39, pertenecen al bando de la ciudad complutense. Se les acusa de riña tumultuaria y pasan a manos de la Policía Nacional, cuya Brigada de Información analiza ahora los vídeos y otras pruebas a fin de identificar a los máximos participantes posibles.
Tras la batalla, ninguno de los dos grupos entró al campo, el mismo donde en anteriores temporadas los Bukaneros habían desplegado su pancarta oficial para ver al filial. En Alcalá, las Brigadas llevan años sembrando el miedo entre los seguidores rayistas. Una cita de ida y vuelta, marcada en rojo desde hace casi 20 años.
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