El día que Tyrone Power murió en Madrid mientras rodaba una película

Fue el 15 de noviembre de 1958. Power se levantó como era habitual, y partió poco antes de las 8 de la mañana hacia el set de Sevilla Films, en el que se rodaban esos días varias escenas de la película. Era un duelo con espadas, en el que se enfrentaba a George Sanders; éste utilizó a su doble para las escenas de acción; Power prefirió actuar él mismo.

Sobre las 12:30, se quejó de molestias en el estómago, y quiso quitarse la coraza que le cubría; el actor estaba pálido y sudaba abundantemente. «Mientras manejaba la espada en el duelo ficticio, una hoja afilada y cruel iba a determinar que fuera él quien cayera…», recordaba después la crónica periodística.

Fue llevado a su camerino para que descansara y, como no mejoraba, se planteó trasladarle al Hotel Castellana Hilton, en el que se hospedaba. Pero al llegar, se desvaneció. El médico de los estudios dictaminó que estaba sufriendo un ataque cardiaco, por lo que se decidió trasladarlo a un hospital con urgencia. Pero cuando llegó a la Clínica Ruber, ya estaba muerto: exhaló su último aliento con la cabeza apoyada sobre el hombro de su productor y amigo, Ted Richmond, que viajaba a su lado. Eran las 13.30 horas. Llevaba aún las botas, la estola y el maquillaje con la que se caracterizaba cada día para su personaje de Rey Salomón.

Tyrone Power tenía 44 años; casi la misma edad a la que falleció su padre, también de un ataque cardiaco. ABC publicó una extensa información sobre la pérdida del actor, con imágenes estremecedoras como las de su viuda, Debbie Minardos, en avanzado estado de gestación, saliendo de la Ruber sostenida por el doctor Torroba y Ted Richmond. Los restos del actor salieron también, sobre una camilla y cubiertos con una sábana, camino de la base aérea de Torrejón, donde quedó instalada la capilla ardiente y desde donde se trasladaron después a Estados Unidos.

De los detalles se encargó la prensa en los días posteriores: «Era llano, sencillo y correcto»; «la Lollobrigida sufrió una gran impresión cuando le fue comunicada la noticia de la muerte de su compañero»; su última foto en vida se la realizó un corresponsal de la United Press llegado expresamente desde California, que fue quien avisó después a la redacción en Nueva York del fallecimiento de Tyrone Power.

Era tal su fama y predicamento, que la noticia fue recogida por los periódicos de todo el mundo. Aunque algunos añadieron aspectos fantasiosos: según recogía ABC, el periódico italiano 'Momento-sera' hacía una semblanza del actor en la que aseguraba que a veces se le veía, cuando su trabajo se lo permitía, «sobre su bellísimo yate anclado en la rada de Madrid». Y, concluía la crónica del medio italiano, la elegante línea del barco de Tyrone «se había hecho popular en los ambientes marineros madrileños».