Los tres asesinos menores del rapero Isaac ya salen a la calle solo dos años después de su condena

Aun siendo ya adulto, este Dominican Don't Play (DDP), vecino del sur de Madrid, gozará de una especie de tercer grado. En enero de 2024 solicitó lo mismo a la anterior juez y le fue negado. La madre de Isaac, Nines Triano, ha informado a ABC de esta mala nueva y su desesperación tras llevarse tantos bofetones de la justicia. No es el único: los otros dos menores, que tenían 17 años entonces (y ahora hacen 21) gozan desde el pasado octubre de permisos para salidas.

A los seres queridos de la víctima, que acababa de cumplir 18 años cuando recibió cuatro puñaladas por la espalda a manos de estos miembros de la organización criminal, aún les queda pasar por otro trago. El 17 de diciembre, el Tribunal Supremo aceptó estudiar el recurso de la sentencia del cuarto criminal, el único que era mayor de edad, David Bárcena, por el que reclama que se le revise la condena y pase de los 20 años por asesinato a 10 por homicidio.

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Bárcena, que desde la cárcel ha continuado mofándose de Isaac (quien tenía una discapacidad por Asperger), fue condenado por la Audiencia Provincial a prisión permanente revisable. Pero recurrió y, con un volantazo de la Fiscalía, consiguió que se aminorara su castigo por asesinato y pertenencia a organización criminal. La acusación exige volver a la prisión permanente revisable y aún no se sabe el dictamen del Alto Tribunal.

Consultado por ABC, el abogado de la familia López Triano, Juan Manuel Medina, no ha querido pronunciarse al respecto de la semilibertad de G., solo se ha manifestado sobre la presentación de un recurso en contra. El tribunal acordó su internamiento en un centro de menores durante tres años y otros dos de libertad vigilada. Eso ocurrió en febrero de 2023, por lo que apenas han pasado 24 meses, más los nueve que cumplió antes de la vista. Inicialmente, le solicitaban seis años, pero hubo una conformidad.

En cuanto a los otros dos, les cayeron seis años de internamiento cerrado a cada uno, al estar en la franja superior de la Ley del Menor (16-17 años). Con apenas 20 meses cumplidos tras el fallo, además de los nueve previos, ya estaban disfrutando de salidas con permisos el pasado octubre. La Fiscalía de Menores les solicitaba hasta diez años de encierro antes de pactar con ellos.

Nines Triano está entre la indignación y la resignación, o directamente en ambas: «Ya me lo esperaba. Es un asco todo, estamos hartos de que se rían de nosotros. Me quedo muy jodida», se confiesa a este periódico. Hace ya dos años que abandonó Madrid y se fue a vivir a otro lugar de España. «Yo no tengo miedo, sino pena, asco. No entiendo nada. G. tiene un mal historial en el centro de menores. No ha dejado nunca la banda. Pero no quiero hacerme más daño, estoy muy cansada de todo. Si la justicia no hace nada, qué gano yo con torturame. Ellos han asesinado a mi hijo, pero el sistema de tortura», sentencia.

Esta misma semana recibió el alta tras los últimos siete meses de baja por razones psicológicas, derivadas del asesinato de su hijo. «Las terapias me las he tenido que pagar de mi bolsillo. Ninguno de los culpables ha depositado nada de la indemnización, solo una parte C. [otro de los menores], y va para pagar los gastos judiciales. No puedo ir ni a visitar a mi padre a la residencia donde está, porque es una persona muy mayor y con problemas cognitivos; nunca le hemos contado lo que pasó y sé que si voy a verlo y me pregunta por Isaac me lo va a notar. Decidimos no decirle nada para que no viviese peor los últimos años de su vida. A mi sobrina le dan brotes y a mi madre le van a poner un 'stern' por problemas cardíacos. Mi hermana está mal, se da de baja, intenta recuperarse, pero esto no ayuda... Encima, esperando a lo que decida el Tribunal Supremo. La moneda está echada».

A Nines nadie le va a devolver a su hijo, pero exige que se reforme la Ley del Menor, «como la madre de Sandra palo, la de Marta del Castillo…»: «Se cambian las leyes para aquello que le venga bien al presidente de turno; pero, claro, no son sus hijos ni sus familias. Los asesinos de Isaac se van de rositas, ni siquiera les constarán antecedentes penales. Son capaces de volver a matar. Ya no es por justicia, sino por dignidad».