Los tres alcaldes de izquierda que ha tenido Madrid en 43 años de ayuntamientos democráticos
Enrique Tierno Galván, Juan Barranco y Manuela Carmena dirigieron la ciudad a lo largo de 15 años
El alcalde Enrique Tierno Galván, en 1983, recibe a la madre Teresa de Calcuta en su despacho de regidor de la Casa de la Villa
La ciudad de Madrid ha conocido gobiernos diferentes a los del PP. Desde que se celebraron las primeras elecciones democráticas en los ayuntamientos, ha habido tres alcaldes de izquierda en la capital, que gobernaron durante 15 años. Enrique Tierno Galván, Juan Barranco y ... Manuela Carmena marcaron una manera diferente de hacer política en la ciudad.
Tierno, el viejo profesor, llegó al Ayuntamiento de Madrid al final de una dilatada vida política, en las primeras elecciones democráticas municipales, en abril de 1979. Su partido logró un 39,49 por ciento de los votos, 25 concejales, superado ligeramente por la candidatura de UCD -que encabezaba José Luis Álvarez- y que obtuvo un 40,29 por ciento de los votos. No obstante, una coalición con el PCE de Ramón Tamames le alzó al sillón de regidor.
Desde que llegó, se metió a los madrileños en el bolsillo. Su popularidad fue enorme, y logró la reelección en 1983, cuando logró un 48,65 por ciento de los votos, frente al 37,95 por ciento de la candidatura de AP-PDP-UL que encabezaba Jorge Verstrynge.
Sus mandatos quedaron marcados por el impulso de modernización de la ciudad, con reformas importantes como el inicio de la demolición del scalextric de Atocha, o la reorganización de la ciudad en 21 distritos, frente a los 18 que había hasta el momento. Fue el alcalde de la 'movida' madrileña, y es aún recordada -y criticada por los partidos conservadores- su frase en el Palacio de los Deportes, al inicio de un concierto de música moderna: «Rockeros, el que no esté colocado, que se coloque, y al loro».
Hubo muchas obras en zonas como Orcasitas, y también conflictos con entidades vecinales, nacientes entonces. Tierno fue también el alcalde que trajo los patos al Manzanares, y que puso en marcha la construcción del Planetario.
El alcalde Juan Barranco recibe a Isabel II de Inglaterra en la Plaza de la Villa, en 1988
Su enfermedad marcó el fin de su tiempo. A su muerte - la primera de un alcalde de Madrid en activo desde la instauración de la democracia- fue enormemente llorado. Los madrileños le acompañaron en un multitudinario entierro por las calles del centro de Madrid. Le sucedió como regidor el que era su primer teniente de alcalde, Juan Barranco.
El enorme peso de la historia
Juan Barranco tuvo que llevar sobre sus hombros el peso de la leyenda en que se convirtió Tierno. Una dura carga para quien había sido, en la sombra, el alma de la gestión municipal hasta entonces. Barranco se presentó a las elecciones de junio de 1987 por el PSOE, y ganó las elecciones, con el 40,47 por ciento de los votos. En ese mandato, entró en juego un cuarto partido: CDS, encabezado por Agustín Rodríguez Sahagún. La AP de José María Álvarez del Manzano logró un 33,76 por ciento de los votos, y Tamames un 6,11 por ciento, como cabeza de lista de Izquierda Unida.
Barranco dedicó su mandato a actuaciones contra la especulación urbanística y acometió acciones para conseguir el reequilibrio territorial. Pero en junio de 1989, se tuvo que enfrentar a una moción de censura presentada por AP y CDS, que le sacó de la Alcaldía y se la dio a Agustín Rodríguez Sahagún.
Comenzó entonces una época en la que el PP fue ganando elecciones durante décadas: primero, durante tres mandatos, con José María Álvarez del Manzano -que ostenta el récord de haber sido el alcalde que obtuvo más votos absolutos en unas elecciones en Madrid, 945.634 apoyos, el 52,71% de los sufragios- y luego con Alberto Ruiz-Gallardón -que logró, en su segundo mandato en 2007, el tope de apoyos porcentuales, un 55,65% del total de los emitidos, 877.544 papeletas con su nombre-.
Manuela Carmena, el día de su investidura como alcaldesa de Madrid, en 2015
Hubo que esperar muchos años, 26 concretamente, para que un partido de izquierdas volviera a ocupar el sillón de regidor de la capital. Y ya no lo hizo en la Plaza de la Villa, sino en el Palacio de Cibeles, donde se mudó el Ayuntamiento en tiempos de Ruiz-Gallardón. Fue Manuela Carmena, en 2015, la que pintó de nuevo de rojo el mapa de la capital.
Carmena obtuvo con su formación, Ahora Madrid, el 31,84 por ciento de los votos, 25.000 menos de los que logró Esperanza Aguirre para el PP. Pero la aritmética electoral le permitió la alianza con el PSOE para la investidura, y de este modo, se convirtió en alcaldesa de Madrid.
La «alcaldesa del cambio»
La figura de Manuela Carmena recordaba, en su estilo y en la aceptación popular que tuvo, la de Tierno. Fue considerada «la alcaldesa del cambio» porque su llegada al sillón de la Alcaldía supuso sin duda un vuelco en la manera de gestionar. Fue la manera de demostrar que se podían hacer las cosas de otra manera, aunque la falta de experiencia en la gestión de sus equipos se dejó sentir también, como lo hizo la división gradual de la formación que apoyó su llegada al Palacio de Cibeles.
En las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019, la lista de Carmena - ya con otro nombre, Más Madrid, y con una escisión interna que dio lugar a otra lista electoral, la de Madrid en Pie Municipalistas- fue la más votada. Pero el pacto del PP, Ciudadanos y Vox permitió la investidura del candidato popular, José Luis Martínez-Almeida. Dos días después, Carmena renunció a su acta de concejal.
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