El tren entre Cercedilla y Cotos vuelve a operar tras dos años de cierre

Renfe puso de nuevo en marcha la línea C-9, cerrada desde el 14 de marzo de 2020 con la declaración del estado de alarma para acometer unas obras de mejora que se han retrasado en el tiempo. Los trabajos modernizan la infraestructura ferroviaria y las instalaciones en las estaciones en las que hacen parada los trenes del servicio: Cercedilla, Puerto de Navacerrada y Cotos.

Así, hasta el 16 de septiembre, estarán operativos cuatro convoyes, dos en cada sentido: Cercedilla-Los Cotos a las 9.35 horas, con el primero de regreso a las 10.43; y en horario de tarde, con partida a las 17.35 horas y vuelta a las 19.26.

El servicio, según informó Renfe, retomará sus frecuencias habituales el 17 de septiembre, con un tren cada dos horas. Eso sí, el aforo y la capacidad estarán limitados a 90 pasajeros, puesto que hay espacio también para portar bicicletas, y será siempre obligatorio reservar previamente una plaza en la taquilla de las estaciones o en la página web, operación gratuita para todos los usuarios que dispongan de abono.

La C-9 es la única línea de montaña de España y, por tanto, una de las más complicadas debido a su ubicación geográfica, sensible a las inclemencias invernales. Ese fue el principal argumento de Renfe para acometer las «necesarias» obras de reforma, que tendrían que haber estado terminadas en el primer trimestre de este año, según los plazos previstos que finalmente ADIF se vio obligado a alargar. Además, se compraron seis alpinos por valor de 60,6 millones de euros, especiales por su vía de ancho métrico para poder recorrer la orografía.

Principalmente, el tramo es transitado con carácter turístico y de ocio, puesto que lleva a los principales puertos de montaña de la sierra y las estaciones de esquí de Madrid. Tiene una longitud de 18 kilómetros pero transita un desnivel de 719 metros: desde los 1.100 de altitud en Cercedilla hasta los 1.819 del Puerto de Cotos.

Su reapertura llega justo a tiempo para acoger la temporada fuerte del norte de la región: otoño, con la llegada de senderistas y, sobre todo, invierno, con los esquiadores decididos a bajar las laderas de Navacerrada y Cotos. Pero este no es el único motivo de celebración en la reinauguración. Su operatividad se retoma antes de que este servicio de ferrocarril cumpla un siglo de historia. El paso del tiempo también fue un factor que hizo mella en las instalaciones.

Fue en julio de 1923 cuando los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia se bajaron de un automóvil a los pies de la estación de Cercedilla para presidir un gran acto oficial. Llegaba el primer ferrocarril eléctrico de las montañas de España, adornado con las banderas de España y Suiza, país en el que se construyeron los convoyes. Cien años después, la comarca ha hecho de ese tren una insignia del lugar y, en gran parte, un modo de vida basado en la nieve del noroeste de la región, que por fin fue accesible a todos los madrileños.