Treinta coches por habitante: los paraísos fiscales de la automoción están en la sierra de Madrid
Las bajas tarifas del impuesto de circulación convierten 11 pueblos en oasis empresariales de las matriculaciones
Los paraísos fiscales del impuesto de circulación provocan diferencias de hasta el 900%
En el extremo occidental de la Comunidad de Madrid, a las faldas de la sierra de Gredos, hay un pueblecito entre castañares. Ahí, en Rozas de Puerto Real, viven 577 vecinos, según el censo de 2022, y miles y miles de coches, de acuerdo con ... los datos de matriculaciones del año pasado. El índice de motorización es el más alto de España: 31,23 vehículos por habitante. Rozas de Puerto Real es uno de los once municipios madrileños que se convirtieron hace años en los principales paraísos fiscales de la automoción, los oasis donde las empresas de alquiler empadronan sus vehículos para ahorrarse millones de euros en impuestos.
Rozas de Puerto Real, Colmenar del Arroyo (1.936 habitantes) y Patones (536 habitantes) lideran el 'ranking' de municipios elaborado por la asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que cada año localiza los 25 paraísos fiscales de España respecto al Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Las haciendas locales cobran este gravamen, lo pagan 37 millones de contribuyentes, supone una recaudación de 3.900 millones de euros y, en algunos casos, las diferencias de tarifas entre ayuntamientos superan el 900%.
Esa disparidad es una ventaja para las empresas de 'renting'. Ninguna norma exige que tengan que matricular sus vehículos en las ciudades donde realmente operan y ninguna tarifa es más baja que en la sierra madrileña. El impuesto de circulación se paga en función de los caballos fiscales del vehículo, un número que se obtiene a partir de la cilindrada del motor (más cilindrada, más caballos fiscales). En Madrid, el conductor de un turismo de 11,99 caballos fiscales –el coche típico, el que más matriculaciones registra en 2022– pagaría 59 euros. En Rozas de Puerto Real, Colmenar del Arroyo, Patones y los otros ocho pueblecitos alejados de la capital, 8,52 euros. Un 85% más barato.
«Si existen paraísos fiscales es porque existen infiernos fiscales», señala el presidente de AEA, Mario Arnaldo. Tomemos como ejemplo Colmenar del Arroyo, que registró en 2022 el mayor número de nuevas matriculaciones, un total de 38.490. Supone un índice de 19,88 coches por habitante. Si todos los vehículos procediesen de la misma empresa, se ahorraría más de 1,9 millones de euros por empadronarlos en el pueblo en lugar de la capital. Son «domicilios de conveniencia», en palabras de Arnaldo.
Una inyección extra
Venturada, con un índice de 12,62 coches por habitante, o La Hiruela, donde hay 10,08 coches por habitante, son otros de estos refugios empresariales. En la lista de los 25 también están Robledo de Chavela, Navacerrada, Redueña, Moralzarzal, Torremocha del Jarama y Collado Mediano, intercalados con municipios de otras regiones, como Escorca, en Mallorca, o Aguilar de Segarra, en Barcelona. Todos son pequeñas localidades que no rebasan los 5.000 habitantes (salvo Moralzarzal, con 13.905 vecinos), muchos apenas suman unos pocos centenares. Y sus presupuestos anuales también son reducidos.
Con estas prácticas fiscales, el ayuntamiento en cuestión goza de ingresos extra «sin ninguna molestia», remarca Arnaldo, porque los nuevos coches no circulan por el pueblo. En Rozas de Puerto Real se matricularon el año pasado 18.019 vehículos. Por hacer una estimación: si todos fueran modelos de 11,99 caballos fiscales, a razón de 8,52 euros cada uno por el IVTM, las arcas municipales recibirían una inyección de más de 153.000 euros. El presupuesto anual de Rozas de Puerto Real ronda los 2,5 millones de euros. «Para los presupuestos de esos ayuntamientos, con esos ingresos pagan un polideportivo o las fiestas del pueblo», escenifica el presidente de AEA.
Otro ejemplo, Patones, registró el mayor número de matriculaciones de vehículos eléctricos. Siguiendo la misma estimación, el municipio, con un presupuesto anual de unos 2,5 millones de euros, habría ingresado cerca de 85.500 euros por los 10.037 vehículos empadronados en 2022. «Y te puedo asegurar que no verás ningún coche eléctrico en Patones», puntualiza Arnaldo.
Duplicar vs. bonificar
La fuga a estos paraísos automovilísticos empezó en el año 2000, cuando desaparecieron de las matrículas los indicativos provinciales, esas letras que identificaban el origen del coche y que, en ocasiones, derivaban en discriminación; la 'm' de Madrid no era bien recibida en Barcelona. Pero la procedencia del vehículo ya no importa y las empresas de alquiler puedan pagar por sus coches en pueblos diminutos aunque los comercialicen en grandes urbes. Según la Ley de Haciendas Locales, los ayuntamientos deciden si duplicar la tarifa mínima del IVTM o aplicar una bonificación de hasta el 75%.
Madrid no pertenece a las ciudades más caras. San Sebastián lidera el 'ranking', con una tasa de 87,93 euros a los vehículos de 11,99 caballos fiscales. Sin embargo, la desigualdad entre la capital y las localidades serranas favorece el éxodo de las sucursales del 'renting'. ¿Por qué Madrid no aplica la misma tarifa y atrae de vuelta a esas empresas? Arnaldo comparte su teoría: «El parque madrileño está compuesto mayoritariamente por particulares, no empresas. Si bajara el impuesto de circulación también afectaría a los particulares y la recaudación se hundiría».
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