Los desafíos del candidato Tomás Gómez
El flamante candidato cuenta con apenas unos meses para suturar las heridas internas de su partido. Solo así tendrá opciones ante el poderío electoral de Esperanza Aguirre
G. D. OLMO
Le ha costado mucho a Tomás Gómez convertirse en el candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. La falta de apoyo de la cúpula de su partido a nivel estatal le ha obligado a embarcarse en un pulso que se ha ... prolongado durante casi un trimestre, que ha hecho chirriar las estructuras del partido, y que puede haber agitado un avispero, el Partido Socialista de Madrid, ya de por sí dado a las batallas internas. Tomás ha ganado la primera de ellas. Pero la que habrá de librar ahora será mucho más complicada.
Gómez ha vencido a su compañera, la ministra de Sanidad Trinidad Jiménez, por un estrecho margen. Pero el próximo 22 de mayo se las verá en las urnas con Esperanza Aguirre, una partida en la que solo él y los suyos le ven como favorito. Según todos los pronósticos, perderá. Recomponer la unidad interna. Las curvas empiezan ya. Después de haber derrotado a la candidata auspiciada por el aparato de su partido y por el mismísimo presidente del Gobierno, Gómez tendrá que aplicarse en restañar las heridas generadas en el partido por un proceso electoral que, paradójicamente, ha servido para relanzar a un candidato al que en Ferraz querían enterrar. Lo apretado del resultado favorable a Gómez da idea de lo divididas que están las lealtades entre los socialistas madrileños. El secretario general habrá de trabajar desde ya para desterrar recelos y sumar apoyos.
Proteger al líder . Las primeras declaraciones del candidato Gómez van en esa dirección. Tras homenajear en la noche de su victoria a su contrincante, ha dedicado sus primeras horas como candidato socialista a enfriar los posibles puntos de desencuentro con la dirección federal del partido. «No hay ningún movimiento contra Zapatero», ha señalado, sabedor de que son muchos los analistas que ven en su triunfo sobre Jiménez una sonora bofetada en los morros del presidente del Gobierno, un líder al que le crecen los enanos y que ve como se abren fisuras incluso entre los que venían siendo sus apoyos más incondicionales. Léase, los sindicatos o el propio Partido Socialista.
Las listas definitivas del PSOE a las autonómicas estarán en enero
Incorporar a Jiméne z . Y es que Gómez sabe que para tener opciones en mayo, cuando compita en las elecciones autonómicas con Esperanza Aguirre, necesita tener la casa en orden y encontrar el modo de integrar en su proyecto también a los miembros de su partido que han comprado la versión de Ferraz: la que sostiene que con «Trini» efectivamente había más opciones de vencer en las urnas a Aguirre. Confección de las listas . Antes de mayo, en enero se confeccionarán las listas electorales definitivas. Ahí se verá como el ex alcalde de Parla encaja a la que hasta ahora había sido su rival. Gómez anunció, ya en su primera comparecencia tras saberse vencedor de las primarias, que la ministra «tendrá un sitio muy importante en el proyecto político de esta Federación». Todo apunta a que Jiménez estará en las listas de las próximas autonómicas. Gómez ha dicho que cuenta con ella y ella que esta vez sí ha venido para quedarse. Pero falta concretar cuál es su papel y qué peso tiene en la candidatura con la que Gómez intentará convencer a los electores. A Gómez le vendría muy bien el tirón de la ministra en una campaña, la de las autonómicas, en la que según todos los sondeos, su rival, Esperanza Aguirre, parte con una amplia ventaja. Con todo, su victoria en las elecciones internas del PSM ha servido al secretario general para lustrar su figura, hasta ahora poco y mal valorada en las encuestas. Plantarle batalla a Aguirre . De cualquier modo, los socialistas lo tendrán difícil. El partido lleva recibiendo sucesivos varapalos de los electores madrileños desde que en 1995 la candidatura del Partido Popular encabezada por Alberto Ruiz-Gallardón puso fin a la década y media de Gobierno Regional de Joaquín Leguina. Desde entonces todo han sido sinsabores, el más amargo, el de 2003, cuando la traición de los diputados tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez impidió a Rafael Simancas desbancar a Aguirre con el apoyo de Izquierda Unida. El 22 de mayo los ciudadanos decidirán si perpetúan el matrimonio de los socialistas con el fracaso en Madrid o si el rebelde Gómez actúa de verdad como el revulsivo que en él quieren ver muchos de sus partidarios. Esperanza Aguirre aguarda.
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