Las terrazas de Ponzano cerrarán media hora antes en invierno

El perímetro es el resultado de 15.410 horas de mediciones con 22 sonómetros repartidos por el distrito de Chamberí, que multiplicó sus terrazas durante la pandemia y se convirtió en el particular infierno de los vecinos. La campaña duró seis meses (entre septiembre de 2021 y febrero de 2022) y concluyó que el ocio es la principal fuente de contaminación acústica por las noches, entre las 23 horas y las 7 horas, de jueves a domingo. «No puede haber un Madrid a dos velocidades, sino un Madrid para todos», dijo este martes el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante (PP), que aseguró que la ZPAE servirá para «proteger el derecho de los vecinos al descanso».

El nuevo blindaje, el cuarto de Madrid (junto a las ZPAE de Gaztambide, Centro y Azca-Arapiles), ocupa 153,45 hectáreas de Chamberí y afecta a los barrios de Ríos Rosas, Trafalgar, Almagro, Arapiles y Vallehermoso. Ahí viven 61.000 personas y el 90,5% de los locales son bares y restaurantes. El ayuntamiento ha establecido tres niveles de restricciones, en función de si la contaminación acústica es alta, moderada o baja y, este martes, en el hemiciclo, se matizaron los horarios en este apartado.

El baile de horarios es algo confuso y distingue entre periodo estacional, o los meses menos fríos (entre el 15 de marzo y el 31 de octubre), y la época invernal. Durante el verano el ayuntamiento también diferencia entre fin de semana (viernes, sábados y vísperas de festivos) y el resto de jornadas (lunes, martes, miércoles, jueves y domingos). Las terrazas en los puntos más calientes de la ZPAE, donde los límites de ruido se exceden en al menos 10 decibelios, podrán abrir hasta las 23.30 horas en invierno, media hora más tarde de lo que recogía el texto original, aseguran fuentes del Área de Medio Ambiente y Movilidad. La ampliación afecta a su vez al resto del año, entre el domingo y el jueves.

El pleno de Cibeles también abrió la mano en las zonas de contaminación moderada, aquellas con excesos de entre 5 y 10 decibelios, donde el horario se amplía 15 minutos, hasta las 23.45 horas, tanto en invierno como fuera de los fines de semana durante el periodo estacional. En el tercer nivel, las zonas de contaminación acústica baja, los horarios permanecen intactos respecto al documento anterior y las terrazas estarán operativas hasta medianoche.

Actualmente, sin ZPAE vigente, la calle de Ponzano, el foco de las quejas vecinales, y sus inmediaciones (como el resto de Madrid), cierran sus terrazas a las 00.00 horas. Así que la nueva normativa apenas recorta media hora de funcionamiento en los momentos supuestamente menos problemáticos, los meses de invierno y durante los días entre semana del verano.

El grupo mayoritario de la oposición, Más Madrid, se abstuvo en la votación de la nueva ZPAE, junto con Vox y el Grupo Mixto. «No queremos que haya una barra libre para la apertura de nuevos locales», dijo la edil de Más Madrid, Esther Gómez. Aunque una de las premisas de esta figura normativa es que prohíbe implantar nuevos locales de ocio en las zonas de contaminación acústica alta y en los otros niveles, en caso de que se encuentren a menos de 150 metros (contaminación baja) o 100 metros (moderada) de estos puntos rojos.

Otra de las cinco enmiendas aprobadas en el pleno incluye la creación de una comisión de seguimiento, que el ayuntamiento deberá constituir en el plazo de un año. El penúltimo documento, que se aprobó a principios de este mes, después de los 45 días de información pública, ya recibió 214 alegaciones. El área admitió 21 propuestas íntegramente y otras 32 de manera parcial, como la posibilidad de revocar la autorización a las terrazas infractoras.

No hay más detalles de esta futura sanción, salvo que se aplicará a los hosteleros que incumplan las nuevas normas «de forma reiterada», como señaló Carabante en esa rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de principios de noviembre. La cuenta atrás empieza: en 40 días, los bares de 150 hectáreas de Chamberí jugarán con otras reglas.