Piano City aterriza en Madrid: Teclados, escalas, arpegios y melómanos por toda la capital
La tercera edición lleva la música a diez enclaves de la ciudad, de la Embajada de Argentina al Club Matador
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Madrid
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Iniciar sesiónLa urbe, por junio, en las vísperas de verano, viene plena de actividades culturales. Aún no anda el asfalto recalentado; y si lo está, el arte siempre es buen refugio. Más si lo que resuena es un piano en los cuatro ... puntos cardinales de la ciudad.
De eso trata la tercera edición de Piano City Madrid, de algo que ha puesto en valor la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, que ha cifrado el espíritu del festival, o lo ha englobado, en el «deber» de instituciones públicas y privadas de la difusión de lo sublime.
La esencia, pues, de «conectar emociones» en el sentido en el que el arte conecta. Una idea en la que la madrina de esta edición, la pianista María Parra, basa su concepto de la música. De la música en directo, en abierto y gratuita.
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En declaraciones a ABC comentaba y ampliaba ese mismo afán: «Somos humanos, nos movemos por emociones. El arte conecta con lo que no sabemos, lo que no sentimos, y la música ayuda a eso».
Aparte de la mentada referencia a la conexión, Parra ponía en valor que «no somos robots, por suerte», que la «Inteligencia Artificial nunca será igual que la obra de un humano», y lo dice por experiencia propia; la de quien no elude conocer qué puede hacer un ordenador, un algoritmo, cuando hay algo «más allá» de la inspiración.
Ese «más allá», por ejemplo, es la ristra de lugares, diez, donde tendrán lugar los sesenta y dos conciertos gratuitos entre el 7 y el 9 de junio. Diez lugares diferentes que, de la Embajada de Argentina a Matadero, de Serrería Belga a al Club Matador, llenará de teclados, escalas y arpegios la ciudad. Por parte de la organización, a pesar de la gratuidad, insisten en que se reserve dada la disparidad de los sitios. El registro debe hacerse por las webs de las que informa la página del certamen, www.pianocitymadrid.es . Un certamen organizado por el Ayuntamiento de Madrid y por Top Art España.
En la variedad del piano, ese «instrumento rey», que llega hasta la más tierna infancia, hasta ese primer contacto con el «teclado» según Parra, se despliega toda la magia del festival.
El piano da lugar a que se sucedan recitales de música clásica, pero también de flamenco, jazz; sinfonías electrónicas o contemporáneas además de los géneros que se han venido en llamar ' new age' o 'ambient music'. La inclusión del talento local es otra de las patas de esta edición, cuyos gestores definen de «fiesta dedicada al piano»; una «gran fiesta transversal e inclusiva». Todo la panoplia de sentidos a los que dan lugar las 88 teclas.
Para el neófito y para el experto, hay que recordar la importancia del entorno. Además de los ya citados; en las diez coordenadas que albergarán los conciertos, se puede admirar el diálogo, tan subjetivo, entre música y espacio.
Está previsto que el sello Qobuz, dedicado a la música en 'streaming', grabe los momentos cumbres de Piano City, con lo que se redobla la repercusión fuera de nuestras fronteras.
Sobre el papel, destaca, además, el uso del Teatro Albéniz, remozado hace escasas fechas como 'casa' de la música. Casa en el doble sentido; pues en el hotel que forma parte del edificio se albergarán no pocos intérpretes, que no tendrán que caminar para interpretar su repertorio.
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Aparte del Albéniz, no es baladí la imagen de los melómanos en el Invernadero de Arganzuela, donde sonarán piezas de Antonio Soler, de Debussy, o de Bach. En este caso, hablamos del próximo nueve de junio, desde las seis de la tarde, hora del primer recital.
Ya escribió Óscar Wilde aquella máxima que conviene traer al presente cuando el músico salga a escena: «Con el piano, me fío totalmente de los sentimientos. La ciencia se la dejo a la vida».
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