El taxi pierde fuelle

En la calle hoy se pueden encontrar luces verdes circulando por la capital. "La gente se ha organizado mejor. Ayer a las 6 de la mañana no había nadie en las paradas y hoy estaban abarrotadas", comenta un taxista que espera junto a otros seis compañeros en la estación de Atocha. Ayer, a las 8.30 de la mañana, había medio centenar de personas formando fila para coger un taxi en la parada de la cúpula de la macroestación. Hoy, a la misma hora, no había nadie esperando; media decena de taxis se sucedían constantemente en el lugar cogiendo clientes en menos de un minuto.

"Me quedé alucinado ayer porque la gente saltaba a los taxis en la carretera. Nunca había visto eso. Hoy ya no hacen eso porque no es tan difícil encontrarnos libres", comentaba otro taxista.

Algunos de los trabajadores de este gremio indican que sus ingresos durante el día de ayer se pudieron incrementar hasta un 60%. También aumentó el tiempo por trayecto dada la situación de las carreteras, una estampa que se repite hoy por el colapso del centro y las principales vías de acceso a la capital. "Hay más trabajo, pero también nos tiramos con un cliente una media de 30-40 minutos", comenta uno de los conductores.

En el aeropuerto la actividad continúa incesante, aunque el tiempo de espera en la bolsa de taxis es mayor que ayer. "Hoy en hora y media, dos horas cargamos. Se nota que hoy hay menos coches esperando en el aeropuerto porque compensa más trabajar en el centro".