Las taquígrafas vuelven a los plenos de la Asamblea de Madrid cinco años después y podrán recoger con fidelidad las broncas

Las dos taquígrafas que han tenido el privilegio de ser las primeras en esta vuelta han sido Tere Gascón (la más veterana, desde 2000) y María Teresa Carrasco (la más joven, desde el año 2016). La vuelta de las taquígrafas responde a una decisión de la Mesa de la Asamblea, con el impulso del presidente, Enrique Ossorio. Fuentes parlamentarias han señalado que las propias taquígrafas habían transmitido su deseo de volver cuanto antes. La decisión se comunicó esta misma semana, cuando quedó instalada y lista toda la logística necesaria.

En la Asamblea hay un cuerpo de 13 funcionarias que trabajan como taquígrafas. De momento, solo estarán en los plenos, donde se van turnando de dos en dos. Su presencia en el hemiciclo es vital para que el Diario de Sesiones recoja con fidelidad todo el debate, incluidos los comentarios que no se oyen por los micrófonos, así como los gestos o todo aquello que se escape al discurso puro y duro que se está soltando en ese momento.

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Fue en el primer año de la pandemia, en 2020, cuando desde la secretaría general de la Asamblea se aprovechó el confinamiento para pedir a las taquígrafas que trabajaran a distancia, sin necesidad de acudir a los plenos. Llevaban cinco años sin estar presentes y sin ser testigos de todo lo que ha sucedido en esta Cámara desde entonces, y que no ha sido poco.

Desde ese momento han estado trabajando desde las dependencias que tienen en el Parlamento madrileño, sin poder captar por tanto el ambiente, el ruido o cualquier comentario que se saliera del micrófono, o bien desde su domicilio, donde tenían permiso para teletrabajar.

De momento, el regreso presencial de las taquígrafas se limitará a los plenos, mientras que en las comisiones continuarán transcribiendo los debates a distancia.

Fuentes de la Asamblea explican que la presencia de las taquígrafas en el Pleno «es importante para reflejar en el Diario de Sesiones, de modo público, aséptico e imparcial, lo que se dice y también lo que sucede en la sesión. De esta manera, su presencia va a servir para reflejar, de una manera más completa, lo que sucede durante el debate parlamentario».

«Respecto a 'lo que se dice', no sólo desde el punto de vista del orador, sino también lo que se dice por otros parlamentarios en el contexto del debate vivo propio del ámbito parlamentario», comentan las mismas fuentes.

En cuanto 'a lo que sucede' en los plenos, «es importante que se refleje en el Diario de Sesiones gestos que complementan el sentido del discurso o referencias a gráficos que se muestran».

La vuelta de las taquígrafas, por tanto, «va a reflejar de manera más fiel situaciones que se dan en el pleno pero que no son perceptibles a través de las retransmisiones online».