Subidos al primer bus sin conductor de Madrid: más frenazos y un volante fantasma

A lo largo de los últimos años, se ha escuchado hablar de los avances tecnológicos que traerán a la región la primera línea automatizada de Metro de Madrid o el ya en funcionamiento tren sin conductor del aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid-Barajas. Ahora, comienzan las pruebas para el proyecto piloto del primer bus urbano sin conductor, con capacidad para 52 pasajeros y que circula en tráfico abierto. Hasta el viernes, todo aquel que sienta curiosidad por su funcionamiento tendrá la oportunidad de hacer un recorrido de 2,3 kilómetros totalmente gratuito por la mencionada avenida de Leganés y pasando por la calle Petra Kelly y del Roncal.

En apariencia, se trata de un autobús estándar de ocho metros y que utilizan actualmente distintas compañías de transportes. Según explica Ángel Estrella, director general de Karsan –la empresa que ha fabricado estos autobuses– este está intregado por seis sistemas distintos, así como por inteligencia artificial. «El alma del vehículo son todos los sensores que lleva montados. Lleva 5 radares de pusos láser, uno en cada esquina y uno arriba; cámaras termográficas, que le permiten trabajar en todo tiempo; tiene cámaras RGB, con la que se pueden visualizar los semáforos o señales de tráfico; cuenta con radar de pulsos electromagnéticos; y, por último; todo el autobús está rodeado por sensores de ultrasonido. Además, está posicionado por vía satélite», cuenta. Todo ello hace posible que cualquier punto de este transporte esté siempre cubierto por al menos tres sistemas de sensores para garantizar «la máxima seguridad».

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«Por ley, estamos obligados a llevar siempre un conductor de seguridad que pueda intervenir en cualquier momento y coger el control del autobús», explica Estrella. Algo que suscribe Andrés Ruiz, consejero delegado del Grupo Ruiz: «Para nosotros lo más importante es la seguridad. Por ello consideramos que el factor humano continúa primando frente a la tecnología, aunque es un gran aliado». Sin embargo, el conductor no toma el control hasta que no sea estrictamente necesario. En el recorrido al que se sumó este periódico tan solo tuvo que hacerlo en una ocasión.

Mientras el vehículo circulaba por las calles de este municipio, los pasajeros se mostraron dudosos en cuanto a su efectividad. Preguntas como el futuro de estos chóferes o reflexiones sobre posibles problemas durante el trayecto se fueron resolviendo a lo largo de los diez minutos que duró el recorrido. «La idea es que cuando esto esté optimizado, el conductor pueda estar en remoto. Es decir, que tenga una sala donde estén los conductores y que cuando necesiten intervenir lo hagan», detalla Estrella, que también habla de la posibilidad de que un único trabajador pueda monitorizar varios coches.

A la segunda cuestión, los viajeros encontraron la respuesta en el primero de varios frenazos. «Cualquier objeto o pasajero, está continuamente monitorizando por los sistemas integrados en el autobús. Por ello, cuando pasa una paloma, al tener el mismo tamaño que una pelota y al entender el vehículo que detrás puede venir un niño siguiéndola, el bus frena», cuenta a este periódico el director general de la empresa que ha desarrollado este prototipo. Pero también se ha dado el caso de que hubiera una persona en un paso de peatones que se inclinó hacia adelante y también se paró porque interpreta que va a pasar. «Habría que seguir haciendo pruebas para afinar en la reacción a todas estas situaciones», continúa.

La intención de Karsan es implementar el sistema en cada vez más sitios. Un bus idéntico al que circula actualmente por Leganés funciona desde 2022 en Noruega en tráfico abierto y con pasajeros y, según afirma Ángel Estrella, se han registrado cero incidentes.

Estos autobuses no solo reducen tiempos de espera y buscan minimizar accidentes, sino que también «ofrecen nuevas oportunidades en zonas rurales, con poca población o con dispersión geográfica», según explicó Jorge Rodrigo, el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid el pasado lunes.