Los sindicatos denuncian a Urbaser ante la Fiscalía tras la muerte del barrendero

Urbaser es una de las seis empresas adjudicatarias de los contratos de limpieza municipales. José Antonio González trabajaba allí desde hacía apenas dos semanas con un contrato eventual de un mes de duración, cubriendo bajas vacacionales. El pasado viernes por la tarde perdió el conocimiento mientras barría. Su cuerpo registraba 41 grados de temperatura y falleció más tarde en el hospital de un infarto. Unos días después de alcanzar un acuerdo con la patronal, Aselip, para prohibir que los operarios de limpieza trabajen en las horas de más calor —entre otras medidas—, los sindicatos reclaman que se abra una investigación del caso.

CC.OO. solicita al Ministerio Público que los hechos sean tratados como un accidente laboral y que los familiares de José Antonio puedan contar así con los seguros de vida que les correspondan. La familia también está estudiando distintas vías por si emprende acciones legales contra el ayuntamiento o contra Urbaser.

UGT ha decidido notificar a la Fiscalía el caso para que tramiten y abran un expediente que investigue que se hayan cumplido todas las medidas que garanticen la seguridad de los operarios de limpieza durante el horario laboral. Dentro del protocolo en cuestión, el sindicato hace hincapié en la vestimenta utilizada por los trabajadores, que tiene que cumplir una serie de requisitos, entre ellos, ser transpirable y estar climatizada.

El cambio de los colores del uniforme, que ha pasado a ser amarillo fosforito y verde este mismo año, ha podido modificar los porcentajes de poliéster en el traje. «Varios uniformes son 100% poliéster cuando el máximo para que esté homologado es del 60%», informan a ABC fuentes de CC.OO. Consideran que este material, que ya ha provocado eccemas y dermatitis antes del verano, ha podido ser el causante de quemaduras en la piel al exponerse al calor.

Por su parte, desde UGT califican la situación de «rara». También han trasladado los hechos a la Inspección de Trabajo y al Ministerio Públicio, aunque no confirman que el cambio de uniforme cuente con una concentración excesiva de plomo en su tinte amarillo que provoque las quemaduras.

Además de José Antonio González, la ola de calor se cobró la vida el pasado viernes de otro trabajador que se encontraba en una nave industrial del municipio de Móstoles y que hallaron con una temperatura de 42,9 grados. Unos días más tarde, el pasado martes, un segundo operario de limpieza, de 58 años, cayó desplomado en una calle del distrito madrileño de Arganzuela y aún continúa ingresado en el Hospital 12 de Octubre. Apenas 48 horas después, un hombre de 56 años sufría un golpe de calor repartiendo publicidad en los buzones de chalés de la localidad de Paracuellos de Jarama. Los servicios de emergencias intentaron revertir la parada cardiorrespiratoria, sin éxito.

El último dato recogido por el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), dependiente del Ministerio de Sanidad, cifra en más de 200 las muertes atribuidas a las altas temperaturas entre el 12 y el 19 de julio en la Comunidad de Madrid.