La ruta del hachís hasta el centro de Europa: oculto en una 'guardería' y una tapicería de Madrid y transportado en tapones

La investigación comienza en julio del año pasado, cuando la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional tiene conocimiento de que un cargamento de hachís se desplaza desde el sur de España en dirección Madrid. Las indagaciones llevan a los agentes a un piso de alquiler en San Sebastián de los Reyes que era usado como 'guardería' para almacenar los estupefacientes. Liderando la banda, dos hermanos de nacionalidad española a los que pillan con 671 kilogramos de hachís en el vehículo, antes de que pudiesen depositarlo en la vivienda. La bautizan como operación Hardala, en referencia a la buena calidad del hachís que comercializaban.

Al mismo tiempo, antes de que las investigaciones se juntasen, la extraña actividad de una nave de Humanes, en la que se desarrollaban labores de tapicería de muebles, pone en alerta a la Guardia Civil. Hasta allí los lleva un preso «con múltiples contactos en la delincuencia» que disfrutaba de un permiso penitenciario. Era el local en el que receptaban la mercancía y a partir del que la distribuían en camiones. Hasta la localidad llegaba proporcionada por los dos hermanos con sede en San Sebastián de los Reyes a los que la Policía Nacional pisaba los talones.

Al percatarse de la conexión, los agentes de Policía y Guardia Civil comienzan una investigación conjunta hasta desmantelar las dos organizaciones perfectamente estructuradas y que se suministraban hachís y marihuana para darle salida fuera de las fronteras españolas. Por un lado, estaba la red de distribución liderada por dos varones quienes utilizaban la nave de Humanes para la recepción y la distribución.

Por otro, los dos hermanos encargados de almacenar y propiciar la droga al primer grupo. Para no alertar a los vecinos de la urbanización, camuflaban el olor con grandes cantidades de ambientadores en la vivienda, a la que llevaban los fardos de hachís y la marihuana siempre de noche, desde el aparcamiento de la urbanización y a través del ascensor. Allí guardaban más de 2.000 kilogramos.

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Para cumplir su objetivo, camuflaban la droga con la mercancía que llevaba el transportista o la ocultaban en dobles fondos que tenían los camiones o furgonetas, casi siempre en tapones de plástico, según han informado fuentes de la investigación. Contaban con un grupo de conductores que eran los encargados de hacer llegar los estupefacientes hasta su destino en Alemania, Bélgica y Bulgaria, y que cobraban por realizar estos portes entre 6.000 y 7.000 euros.

Durante la investigación, los agentes han logrado interceptar cuatro portes distintos en Fuenlabrada, Madrid, Guadalajara y Jaén, lo que ha permitido interceptar 1.883 kilogramos de hachís y 195 más de marihuana que viajaban hacia Europa y cuya exportación fue liderada por los dos hombres que operaban desde la tapicería de Humanes.

Fruto de estas intervenciones, del análisis de la documentación intervenida y los datos obtenidos, se llegó hasta los dos varones que ejercían su actividad desde San Sebastián de los Reyes, quienes resultaron ser los distribuidores a gran escala de la droga.

La operación ha concluido con el registro, el 13 de abril, de la nave y siete viviendas de Móstoles, Parla, Madrid y San Sebastián de los Reyes. En esta última se localizaba el piso de alquiler desde el que la organización, allí asentada, realizaba la distribución de la droga y donde se intervinieron 2.653 kilogramos de hachís. En total, se han interceptado 4.536 kilogramos de hachís y 195 kilogramos de marihuana, una de las mayores incautaciones de este tipo de droga que se realiza en Madrid en los últimos años, y se ha detenido a once hombres, españoles y marroquís de entre 30 y 60 años. Todos ellos duermen ya entre rejas.