Robos en casas por Semana Santa: ladrones 'spiderman' y bandas itinerantes
La Policía Nacional alerta a los ciudadanos en la primera de las épocas críticas del año. La mayoría se cometen por no echar la llave
Los ladrones diversifican sus cebos para detectar si la casa está vacía
La cerradura de una vivienda forzada por los ladrones
Al acecho, de día y de noche, por las ventanas y balcones o al otro lado de la puerta. Los amigos de lo ajeno ya calientan motores de cara a la primera de sus grandes temporadas de 'trabajo': la Semana Santa, señalada por la Policía ... Nacional como la época más crítica del año a excepción del verano. La campaña se juega en todos los frentes, desde ladrones 'spiderman' que trepan por las fachadas apoyándose en rejas y vallas, hasta grupos especializados que ponen el foco en puertas y cerraduras antiguas. La prevención, en cualquier caso, es clave para evitar sustos.
En las últimas semanas, el Cuerpo Nacional ha desarticulado una organización itinerante liderada por Ladrones en Ley, la mafia georgiana asentada en Madrid dedicada a desvalijar viviendas; y apresado a un varón de 48 años y origen chileno tras cometer hasta siete robos por el método del escalo. En la primera de las investigaciones, los agentes llegaron a detener a 25 personas, después de cometer una docena de golpes por todo el territorio nacional.
El objetivo de los cacos siempre son las joyas, relojes de lujo, ordenadores portátiles, 'tablets' y teléfonos móviles, gafas de sol, dinero y bolsos de primeras marcas, entre otros objetos de alto valor pero poco peso. Y la ausencia de moradores, motivada principalmente por los traslados vacacionales, su principal calendario de actuaciones. No es casualidad, por tanto, que los investigadores vuelvan a remarcar ahora una serie de consejos para impedir la acción delictiva.
«Te sorprendería la cantidad de personas que todavía hoy no echan la llave», señala una funcionaria de la Brigada Provincial de la Policía Judicial. El resbalón, un método que permite abrir la puerta sin forzar la cerradura y sin apenas hacer ruido, continúa siendo el más utilizado, con cifras que fácilmente pueden superar el 50 por ciento del total de las entradas. Otra de las acciones es limitar el uso de las redes sociales, sobre todo a la hora de anunciar viajes y revelar el tiempo de estancia en los respectivos destinos.
La opción de que los perfiles en la red sean cerrados no reduce el riesgo a cero. «Si compartimos la información con nuestro círculo, puede que alguien se lo diga a otra persona de fuera y poco a poco la rueda se haga más grande», apunta la misma agente. Vigilar los cebos también es importante para prevenir y alertar a la Policía en el caso de ser detectados; entre los más recurrentes, la colocación de finas láminas de plástico entre la puerta y el marco, o la 'casual' aparición de monedas de un céntimo o garbanzos en el felpudo a fin de comprobar si los residentes los han recogido en uno o dos días o no.
La Policía Nacional arresta a dos miembros de una banda georgiana afincada en Madrid experta en robar en casas
A estas medidas se une también el hecho de intentar que la vivienda que se queda vacía parezca habitada, es decir, evitar que todas las persianas estén bajadas del todo, aprovechar los sistemas automatizados (si están incorporados al hogar) que permiten activar de forma periódica las luces u otros dispositivos, o pedir a familiares o vecinos que recojan la correspondencia y comprueben el estado del domicilio. Las puertas y cerraduras antiguas son el principal blanco de los delincuentes, por lo que llevar a cabo una pequeña inversión podría marcar la diferencia entre que decidan pararse frente a la entrada o pasen de largo.
Instalar cerraduras 'antibumping' y antitaladro son dos de las opciones para retrasar la aciaga tarea. Y en los portales, «la primera barrera que poseen las comunidades», incorporar pestillos cuadrados, «lo que imposibilita su apertura por el citado método del resbalón». Pese a todo, si al volver un residente observa la puerta abierta o forzada la cerradura, es primordial no entrar ni tocar nada y avisar al 091. Un problema extensivo a toda la Comunidad de Madrid, la más afectada junto a Cataluña, que amenaza de nuevo a las puertas de Semana Santa.