Los Reyes y sus hijas acuden a la procesión del Encuentro pese a la lluvia en Madrid

Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía aguardaron en la puerta de la Iglesia de Las Calatravas en la calle de Alcalá como unos feligreses más

Procesión del Encuentro: colofón sin ornatos en el Sábado Santo madrileño

Los Reyes y sus hijas, a las puertas de la iglesia de las Calatravas tania sieira

La Semana Santa 2024, prematura en su llegada este curso, va tocando a su fin. Unos días que estrenaban la primavera, aunque recordaban que el invierno queda cerca todavía en el retrovisor estacional, pues los cofrades han vivido con un ojo puesto en el paso ... y otro en el pluviómetro de la Aemet. Por ello, este sábado, que ha escrito el epílogo semanasantero a falta de la tamborrada del Domingo de Resurrección, no iba a ser desigual. Miradas al cielo, sin despistarse de la devoción, que gobernaba a la salida de la iglesia de la Concepción Real de Calatrava, casi abrazada con la diosa Cibeles, en el centro neurálgico de la capital. Todo ello, y he aquí la imagen del día, con presencia real al completo: Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

Era el turno de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo y había muchas ganas de salir, pese a lo de siempre durante esta Semana Santa, el frío y la lluvia. La salida estaba programada a las 16 horas, pero todavía no escampaba. Realmente no lo hizo durante la tarde de manera continua, pero una hora más tarde, a las 17, aparecía por la puerta el Cristo Yacente a hombros de los cofrades, ante el aplauso generalizado de los allí presentes, esto es fieles, turistas e incluso despistados.

El Cristo Yacente se encuentra con la Virgen de la Soledad en el exterior de la iglesia de Las Calatravas TANIA SIEIRA

Poco más tarde, salía de la iglesia la Virgen de la Soledad, ante algún tímido pero eufórico grito de «¡guapa!». Todo ello precedido de los tambores y cofrades. «¿Esperar a que pase la tormenta? Mejor bailar bajo la lluvia», rezaba uno de los paraguas de los fieles. Y esa fue la máxima seguida en este frío Sábado Santo, pues cancelada la procesión en su recorrido largo, tocaba acercar los pasos en los exteriores de la iglesia de las Calatravas e invitar después a los fieles a rezar en su interior.

Primero se colocó al son de los tambores el Cristo Yacente en paralelo a la calle de Alcalá, esperando a su madre, la Virgen, un encuentro que estaba previsto consumarse en la Puerta del Sol y que, como todo evento semanasantero, ha sido apresurado, pero «suficiente». «Por lo menos ha salido, no han hecho la vuelta pero esto al menos es suficiente y bueno», señalaba Maruja, una fiel de las procesiones madrileñas. «Entre paraguas y paraguas hemos visto a la Virgen», añadía Marcos, un joven toledano de fuertes convicciones religiosas. «Ha merecido la pena esperar bajo la lluvia para poder ver el encuentro a las puertas de la iglesia», se sumaba a la conversación Claudio, otro madrileño que acudía al templo para cumplir con la tradición.

La emoción se palpaba en los rostros de los agolpados en Alcalá, 25, pese a la gélida tarde que gobernaba en Madrid. Después de encarnarse el encuentro, el Cristo Yacente regresaba a las Calatravas con el himno de España como banda sonora. Algunos cofrades aprovechaban para secarse las lágrimas, mientras la Virgen seguía aupada por los fieles.

Y, de repente, la sorpresa. Cuando parecía que era el momento de dar por finalizada la marcha, los cofrades volvían a sacar al Cristo Yacente, a la vez que se escuchaba a algún asistente: «¡Viva el Rey!». Y es que Don Felipe había llegado en ese momento junto a la Familia Real. Antes también se había dejado ver alguna cara conocida como el portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Javier Ortega Smith, o la delegada de Cultura del consistorio, Marta Rivera de la Cruz. Fue entonces cuando se ha llevado a cabo un segundo encuentro entre el Cristo y la Virgen para regocijo de los feligreses que continuaban en el exterior de la iglesia de las Calatravas.

Los Reyes, entre los fieles Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han sido muy cercanos con todos los asistentes que se agolpaban en los exteriores de la iglesia de las Calatravas durante este Sábado Santo TANIA SIEIRA

«Estaba a punto de irme porque ya había entrado el Cristo y estaban cerca de meter a la Virgen y he visto a todos a mi derecha mirando al otro lado de la calle y haciendo fotos y me he dado cuenta que estaban los Reyes con sus hijas, la Princesa y la Infanta y ya me he quedado hasta que se han ido ellos. Ha sido muy bonito verlos disfrutando de la procesión como un ciudadano más», cuenta María, acompañada de sus hijos, a ABC.

«Ha sido una sorpresa muy grande y un orgullo contar la presencia de los Reyes. Los he podido saludar y Don Felipe me ha trasladado que querían estar estar en el cierre de la Semana Santa y que les ha encantado y han disfrutado mucho», asegura emocionado Luis López Perona, el hermano mayor de la congregación.

La de este Sábado Santo no ha sido la única participación de los miembros de la Casa de Su Majestad. De hecho, La Familia Real se está volcando este año con la Semana Santa madrileña. Ayer viernes, Doña Sofía y la Infanta Cristina acompañaron a la procesión del Cristo de los Alabarderos en su salida del Palacio Real, junto a la catedral de La Almudena. Este sábado, son los Reyes y sus hijas los que se han acercado hasta el corazón de Madrid para compartir con los ciudadanos esta tradición.

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