Reventa de 'champions' en el nuevo Bernabéu: entradas hasta 2.000 euros, pagos por bizum y estafas a alemanes
Los reventas tratan de colocar los últimos boletos a precios abusivos: «A los del Bayern les dan entradas falsas»
Tanto en la calle como en internet, los vendedores ofrecen sobre todo abonos y suelen pedir un adelanto sin garantía
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Los reventas ofrecen sus entradas en los aledaños de las taquillas del Real Madrid
Objetivo, conseguir dos entradas para el partido de esta noche en el remodelado Santiago Bernabéu. No será fácil, al menos económicamente. Nadie quiere perderse el último gran partido de la temporada en la capital: Real Madrid y Bayern de Múnich, dos colosos del viejo continente, ... se juegan el último billete para la final de Wembley. «Si no las compras hoy, mañana solo encontrarás falsas», advierte un reventa, a solo unos pasos de las taquillas abiertas en el número 140 del paseo de la Castellana. Aquí, hace diez días que se colgó el cartel de 'no hay billetes'.
Martes de la semana pasada. Apenas faltan unas horas para que el conjunto de Ancelotti salte al césped del Allianz Arena. El devenir de la eliminatoria es incierto, aunque son pocos los que creen que esta pueda resolverse en la ida. En una conocida plataforma dedicada a la compraventa de todo tipo, una veintena larga de anuncios funcionan ya a pleno rendimiento. Algunos son directos, entradas Real Madrid-Bayern, un importe y un sector; otros, enmascaran el motivo de la transacción con objetos de poco valor (ya saben, el clásico 'vendo boli por X dinero y regalo entrada'); y un tercer grupo invita a los interesados a preguntar por privado los precios.
La primera batida resulta más efectiva de lo esperado. Del ramillete de anzuelos lanzados, cinco usuarios responden rápidamente. Un asiento en el segundo anfiteatro del fondo sur, 430 euros; otro en ese mismo anillo pero en la parte lateral, 525 euros. Los hay también que modifican la tarifa al contactar: «Perdona, pero es que no me dejaba publicar el anuncio si no lo ponía a 100, por eso puse lo de preguntar el precio. Es una entrada de tribuna fondo norte, fila 8, el precio ahora mismo es de 750 euros», explica. Los últimos anuncios, en cambio, se antojan mucho más profesionalizados.
Por dos butacas juntas, una mujer expone tarifas desde 450 euros hasta 1.200 cada una. En total, ofrece 14 (dos por sector), por lo que el interés entonces gira en saber la forma de la transacción. «Te adelanto la explicación de cómo sería el proceso de compra, ¿vale? Por si no te interesa directamente, y además tengo a mucha gente preguntando y así ahorro tiempo mío y vuestro», argumenta. Lo siguiente son una serie de indicaciones entre las que destacan diversas conclusiones, según lo observado extrapolables a la mayoría.
Casi todo el 'stock' disponible pertenece a abonos, es decir, socios que deciden hacer el agosto a costa de renunciar a los grandes partidos de su equipo. Para ello, pueden revenderlo directamente por sus propios medios (lo normal si ya se tiene un comprador de antemano); o hacerlo a través de intermediarios, como parece ser el caso. Para realizar el pago, no basta con quedar en las inmediaciones poco antes del partido, aflojar la cantidad acordada, y a la salida volver a encontrarse para devolver los carnés. Ahora hay que reservar: «Yo pido una reserva para asegurarme que el día del partido no me dejas tirada […] siempre de 150€ por persona por bizum o transferencia. Lo restante me lo darías en mano el día del partido cuando yo te entrego los abonos».
Para dar cierta garantía al asunto, asegura no tener problema para enseñar por Whastapp sus datos, conversaciones con otros clientes que ya han entrado con ella y alguna foto de los abonos. Lo tomas o lo dejas. El último de los negocios consultados te enumera la lista de localidades en inglés, con importes de hasta 2.000 euros en 'categoría premium' y una experiencia VIP, catering incluido desde dos horas antes, por apenas 6.500 euros. No va más.
Una usuaria muestra los precios de los abonos que tenía a la venta antes de la ida; a la derecha, un anuncio gancho en otra plataforma
Miércoles de la semana pasada, primer día después de la ida en Múnich. El resultado, 2-2, ha dejado una vuelta de infarto. Y eso, a nivel de la reventa, dispara los precios: los pases se han incrementado de media alrededor de 200 euros. Varios de los anuncios ya han sido borrados, y otros muchos han aflorado... aunque con las tornas cambiadas. Ahora, lo que prima son las peticiones de 'compro entradas': «No me importa el precio siempre y cuando me den garantías de que voy a poder entrar el día del partido. Abstenerse agencias o reventas profesionales. Trato de socio a socio». Nadie, ni siquiera los socios no abonados (la venta en taquilla se cerró el día que ellos podían adquirirlas), quiere faltar a la cita.
Martes de esta semana, ayer, un día antes de la vuelta en Madrid. La cola de turistas a las puertas del tour del Bernabéu no cesa; tampoco las mascotas de peluches, Bart Simpson, Mickey Mouse o Chucky, ávidos de fotos para pedir después la correspondiente moneda. Por haber, hay hasta un niño con la camiseta blaugrana de Lewandowski, fiel a los tiempos del club más universal del planeta. Y allí, entre el paseo de la Castellana y la calle de San Juan de la Salle, están ellos.
Una fila de reventas (los de toda la vida), repartidos en grupos en la zona más próxima a las taquillas del Bernabéu, reubicadas a su vez al otro lado de Concha Espina debido a las obras en la cara exterior del estadio que da a la propia Castellana. «Tickets», «entradas», «boletos»… el término da igual, lo importante es el gancho. «Por un abono en cuarto anfiteatro son 800 euros», sostiene uno de ellos, consciente de que el tiempo para esta particular gallina de los huevos de oro se acaba. «Por ser tú, dos entradas en el tercer anfiteatro lateral te las dejo en 2.500», insiste, cuestionado por la posibilidad de adquirir dos asientos juntos.
En la calle, los pagos por bizum desaparecen, «solo dinero en mano», pero no los adelantos de dinero ni las dudosas promesas de que justo tú no serás el estafado. «Me das la mitad hoy, te entrego los abonos y ya mañana me pagas el resto», remarca, dentro del vaivén constante de explicaciones. La otra opción es aflojar una pequeña cantidad y dejarlas reservadas, lo que no tiene mucho sentido si solo un par de minutos antes había que llegar al 50 por ciento del importe. Sea como fuere, el reventa vuelve a la carga: «Las entradas hay que comprarlas hoy, si esperas a mañana van a ser todas falsas». Menos las suyas, eso sí. La última frase viene acompañada de una sencilla justificación. «Mañana vienen los alemanes, y a esos les van a engañar», añade. Antes de aparcar un trato que nunca se cerrará, dicta su móvil, sin nombres, «lo guardas como 'entradas' y me llamas».
La Delegación de Gobierno en Madrid prevé la asistencia de 4.200 aficionados teutones con entrada, por lo que desplegará un dispositivo de seguridad integrado por 2.000 efectivos. El problema, como es habitual, radicará más en aquellos seguidores que se hayan desplazado y aún no tengan boleto. Mientras la Plaza Mayor vuelve a ser escenario de juerga, los reventas aguardan su turno para colocar los últimos y abusivos boletos.