Una hecho que ensalza la representatividad y aúpa el protagonismo de la escultura, que muestra los objetos elementales de los bomberos (casco, cuerda, cinturón...).
El 4 de septiembre de ese año, un incendio en los Almacenes Arias, grupo comercial que llegó a ser uno de los grandes en la venta de textiles en España, alarmó al Cuerpo. Los agentes acudieron a la zona y en apenas dos horas el fuego ya estaba controlado.
Sin embargo, las labores de extinción continuaron durante la madrugada. Fue entonces cuando uno de los sótanos cedió, provocando la tragedia. Esa noche, una decena de efectivos se encontraban trabajando dentro del céntrico establecimiento fallecieron.
En la plaza del Carmen se encontraba instalado el puesto de mando que supervisaba la intervención. «Los bomberos han actuado, a lo largo de su historia, en prácticamente todas las calles, barrios y distritos de Madrid, pero ningún lugar está tan ligado a la memoria de este Cuerpo, a la ciudad y al corazón de los madrileños como este», ha comentado hoy el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en su intervención en el homenaje.
La cantidad de catástrofes que ha acumulado nuestro país en apenas unos años ha obligado a los bomberos a tener una presencia más decisiva que nunca. Durante la pandemia, la borrasca Filomena, el apagón... Ellos han sido los grandes protagonistas: «Por vuestro coraje y excelencia, sois el Cuerpo el mejor valorado de la ciudad», admite el regidor.
Según cuenta el jefe del servicio de Bomberos, Carlos Marín, la tragedia ocurrida en estos grandes almacenes pegados a la Gran Vía «supuso un cambio profundo» en su servicio. «Nos hizo poner más el foco en la prevención y en mejorar los procedimientos de seguridad», explicó.
Ahora, todavía tienen un último reclamo: «Pedimos que se coloque una placa frente a la escultura que explique por qué está aquí», comentó Marín.
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