Quique Bustos, 'El Jeringas': «El casticismo se muere por complejo de inferioridad»
COLONOS
Vivió de chiripa en Nueva Zelanda, dirigió un grupo de élite, y su Madrid es el de la zona de Cuchilleros
MADRID
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Iniciar sesiónA Quique Bustos, alias el 'Jeringas', se le conoce en el entorno del Horno de Botín, el Arco de Cuchilleros, Lucio, las Cavas y así. Es barítono, de los buenos, viene de un ensayo de 'Pan y toros' en el Teatro de la Zarzuela, ... aunque la voz la tiene rasgada de por sí. Apúntese que ese rasgamiento vocal se le quita cuando ve a la tuna y sale los viernes a cantarle Luis Candelas y esos turistas que pasan por donde quizá sí o quizá no estuviera Hemingway. Quique el Jeringas ha sido COE (Comando de Operaciones Especiales), fundó un grupo de élite de rescate allá en La Mancha, y le da al alpinismo, lo cual ya es un mérito en la Meseta Sur.
Es de Ciudad Real, pero es el último castizo que se define a este periódico de una manera un tanto 'sui generis'. Ha cantado con la tuna -le pierde la tuna- hasta en Nueva Zelanda, que ya son ganas de ir a rondar con bandurrias a las neozelandesas, que no son muy de dejarse requebrar. Enfermero de élite, dejó la medicina de acción por el canto, y en el archivo de este periódico le hemos encontrado vestido de tuno con Ron Wood.
Se sabe, insistimos, el último castizo. Y es un 'colono' que nos ofreció otro 'colono', uno de los primeros: Pepe Domingo Castaño. Su vida es la vida y la memoria de un hombre de acción. Un seductor de la palabra. Un bohemio que fue Rambo y que canta zarzuela. En el entorno de la Calle de Toledo le quieren poner una placa en vida. O eso le dicen cuando sorprende a guiris y gatos cantando por Agustín Lara.
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— El Jeringas llega a Madrid...
Empiezo a con la tuna en Ciudad Real, me quiero venir a Madrid, pero no consigo plaza y sale la posibilidad de hacer enfermería en Ciudad Real y estudio allí. Me gusta mucho el rugby y vengo a partidos. Me había sacado unas pelas con trabajos, porque provengo de una familia muy humilde.
— O sea, que vino por pasión..
Sí, me vengo mucho por el mundo de la tuna, los fines de semana. Pasan muchas cosas, hago el servicio militar en Operaciones Especiales y entonces vuelvo a la medicina a trabajar como enfermero. Y empiezo a formar parte de un servicio de emergencia y me convierto en bombero, en un servicio parecido al RESCUE de Estados Unidos.
— ¿Cuándo se instala en Madrid?
En el mismo verano de la Expo 92 pido una excedencia. Y empiezo a hacer música con la 'Antología de la Zarzuela' de José Tamayo. Ahí paso de ser bombero a animarme con la música. Luego intento cantar porque me dicen que tengo buena voz pero luego me dicen que no valgo. Aun así, consigo una plaza. Luego fui el ideólogo de 'La Castaffiore', el restaurante en el que se canta ópera.
— ¿Cómo eran esos viajes desde Ciudad Real?
De muchos viajes, iba en bus. El tren aún no estaba. Salía después de las guardias, aprovechaba para descansar y venía para acá. Luego volvía a Ciudad Real. Al comienzo era horrible trabajar y luego ir a clase de canto y bajarme a las Cuevas de Luis Candelas. Ha sido para mí el centro neurálgico de la bohemia. He viajado por muchos sitios. Viajabas gracias a la tuna. Era donde se juntaba toda la bohemia.
— ¿Ésa es la bohemia de Madrid?
Ya no sabemos quién es bohemio o quién no es bohemio. Tengo que echar un rato para saber si lo es o no. ¿Quién es un bohemio? Aunque Madrid es bohemia, al ser tan grande no se concentra en los sitios. Ahora se trata de diluir y de que pase todo desapercibido. Que te dé vergüenza decir cualquier cosa. Antes este barrio estaba repleto de actores, pintores... los que se levantaban tarde o temprano para trabajar. Y el grupo que se tomaban los chatos.
— ¿Es mucho de chatos?
Siempre. Me di cuenta de que tenía que unir mi mundo laboral y el canto. Me di cuenta de que necesitaba dedicarme completamente al canto. Antes había hecho trabajos de mucho tipo. Decido hacerlo y ponerme el traje de tuno y salía a las 10 de la noche. Me pongo el traje de tuno y me pongo a buscarme a la vida. Hice buena relación con los dueños de todos los negocios y me ayudaron mucho. Me ponían buenas tapas. Cantaba con la tuna en los mesones y de lo que sacaba vivía. Me iba muy bien. He cantado en Casa Lucio, en Casa Patas...
— ¿Qué le gusta de Madrid?
—Que es cosmopolita. Hay de todo. Incluso chotis protesta. La poesía de Madrid también es chotis. Las letras nos dicen qué es Madrid. Está abierta a todo el mundo y a los cuatro o tres días que llegas ya eres de aquí.
— ¿Ha muerto el casticismo?
El casticismo se mueve como se mueve todo. Lo están quitando todo porque tenemos un complejo de inferioridad en España. Creemos que todo lo que tenemos es malo y la gente tiene miedo de quedarse atrás. Todo hay que echarlo a un sitio o a otro y las cosas se malinterpretan. Se puede ser castizo solo salvando las tradiciones. Cualquiera puede serlo. ¿Por qué ya no puedo tomar un chotis? ¿Por qué no puedo tomar un vino con agua con gas?
— ¿Qué es el antimadrileñismo?
Una forma más de envidia.
— ¿Envidia?
Sí. Es, además, 'envidiable'. Ojalá Ciudad Real fuera más como Madrid. Aquí puedo ir al sitio que quiera porque Madrid es pueblo. Y al pueblo, seas de donde seas, hay que respetarlo. Lo demás es una aberración.
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